¿Sabéis estas veces que terminas de ver una película y te levantas del sofá de tu casa a aplaudir? Hacía mucho tiempo que no me sucedía. Es algo que suelo hacer cuando descubro una película de la que nadie me ha hablado pero me encanta de principio a fin.

No puedo más que recomendaros encarecidamente que echéis un ojo a esta película coreana escrita y dirigida por Lee Won-Tae. A pesar de que parece que el film va a ser un refrito de algo que hemos visto en otras ocasiones, estamos muy equivocados. Won-Tae coge los elementos habituales y los sitúa en un contexto nuevo, partiendo ya de su interesante título ‘El Gangster, el policía y el diablo’.

Viajamos hasta una ciudad coreana para meternos de lleno en las calles donde los policías intentan lidiar con una ciudad repleta de gangsters. Por un lado, tenemos al protagonista, un policía honorable que intenta cazar al magnate de las casas de apuestas, el gangster (duro y que parece intocable). Por medio se cruza, de forma que no voy a desvelar, un asesino en serie implacable, que deja muy pocas pistas. Los caminos de todos se terminarán cruzando en una historia repleta de giros e interés hasta su maravilloso e inspiradísimo final.

Llama la atención el toque comercial que tiene la cinta, por su dirección, las escenas de acción, por su estructura y porque parece que vayamos a ver una mezcla de ‘Seven’ e ‘Infiltrados’ o una vuelta de tuerca a ‘El bueno, el feo y el malo’. Pero no, ‘El gangster, el policía y el diablo’ no se limita a eso y termina siendo un ente por si solo. Es un film único en su especie y eso es algo que no todos pueden decir.

Con notables actuaciones por parte de los tres principales protagonistas, es una película que me ha parecido sumamente entretenida gracias a su trepidante ritmo. Una sorpresa mayúscula.

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