Relato sobre un grupo de forajidos salteadores del ferrocarril que caen en la trampa puesta por los cazarecompensas mientras asaltan un banco local en la frontera USA-Méjico. Allí son acribillados por sus perseguidores, pero algunos logran escapar a duras penas después de dejar numerosas bajas. Se ven obligados a pasar la frontera de Méjico en un momento en que se desarrolla en toda su crudeza la violencia revolucionaria. Para resguardarse de los cazas se refugian en un campamentos de huertistas ofreciendo a al general, más borracho que la uva, asaltar un tren con armas en territorio USA que viene vigilado por novatos del ejército USA. La operación es exitosa pero coloca al grupo en una delicada situación: perseguido por los cazas, por el ejército USA y con la inquietante presencia de los huertistas. La venta de armas a los mejicanos termina mal porque el grupo salvaje no se fía de que los huertistas les vayan a pagar, lo que desatara un ataque de todos contra todos en una masacre terrible del gusto del director, donde sólo se salva de la truculencia un viejo y pacífico barbudo objeto de las burlas del grupo salvaje. Western dinámico y entretenido, donde hay violencia por un tubo, alcohol, prostitutas en un mundo de gente primitiva y nada pusilánime, hasta el punto de que en la huida del fracasado asalto al banco la solución para un herido grave es la misma que la que se da a un caballo cojo: tiro en la cabeza.