Si hay un caso de error jurídico que es recordado de manera espeluznante por la sociedad española, ese es el caso de Rocío Wanninkhof (brutal crimen que vivió etapas de incertidumbre en su investigación, de juicio paralelo tremendamente mediático, y de una resolución final gracias al famoso cigarrillo de un elemento... que ya en los años 80 fue condenado en el Reino Unido por una serie de agresiones sexuales. Admito que me pilló demasiado peque como para ser testigo del linchamiento público que vivió la por entonces presunta y falsamente acusada a priori Dolores Vázquez, pero recuerdo como si fuera ayer el hallazgo de aquel Royal Crown que evidenció (entre otras cosas) la nula coordinación policial entre países europeos). Desde luego los sucesos que envolvieron a este sobrecogedor crimen se convierten en algo capital para llevarse a la pantalla... y sería raro encontrarse con una víctima de la (in)justicia tan sustanciosa como Dolores Vázquez a la hora de llevarla al terreno audiovisual.

Y "El caso Wanninkhof" ofrece un producto pertinentemente austero y solidificado en los acontecimientos puros y duros que se fueron dando. La trama que se nos ofrece (con un guión realmente correcto, que se adereza con algún matiz que hace conocer (y que nos importemos por) sus personajes... pero que tampoco ahonda en lo insondable con una extrema profundidad... como tal vez hubiera hecho un largometraje de la gran pantalla. Aquí tan solo se nos propone la concatenación de los hechos sin ningún tipo de argucia extra de arte cinematográfico) es tan potente que va embaucando sin remedio al espectador (al menos en su mucho más interesante primer episodio)... eso, y por supuesto una interpretación inconmensurable de una irreconocible Luisa Martin, totalmente mimetizada de manera increíble, natural y magnífica con Dolores Vázquez (la transformación física de ademanes y demás merece una loa). La intérprete logra una actuación admirable, logrando un personaje que resulta tan especial como empático, y sobrecogiendo en el drama.

Desde luego el caso y su coyuntura llaman la atención (aunque estemos ante un estilo muy propio de TV movie: sin un gusto particular, con una realización correcta pero estandarizada y homogénea, una banda sonora muy "telefilmera", un poco de melodrama recurrido, etc.). Y, aunque el telefilm no está como para profundizar, va dejando interesantes perspectivas. Y es que el tema que vive la protagonista invita a la reflexión sobre lo demoniacos que son los prejuicios, sobre como unos matices en un carácter ya generan un juicio social (dio la impresión de que "culpaban" a esta mujer por ser borde y algo dominante, y lo casaban con ser una asesina), sobre la homofobia latente (no me cabe duda de que el prejuicio que la acabó condenando fue ese: ser homosexual)... y sobre todo de que de un error tal vez se pueda sacar algo bueno: poder aprender de ellos (con jurados que se tomen los casos con más minuciosidad).

Claro, que el problema de "El caso Wanninkhof" viene precisamente cuando el telefilm abandona a Dolores Vázquez y la iniquidad que la rodea, relegándonos a tener que ver en el episodio sobre Tony A. King (su intérprete está algo más desacertado) como este asesino va matando de una manera que en el guión se evidencia como algo excesivamente simplón, rutinario y... hasta irrisorio en algunas escenas. Y es que sin Dolorez Vázquez el telefilm se evidencia como lo que es: un telefilm con todos sus defectos que lo hacen ser apto de una sobremesa de fin de semana de Antena 3. Está claro que la TV Movie no trata con el mismo mimo en su libreto la brutalidad, negrura y tinieblas del criminal Tony A. King como lo hace con la parte que envuelve a Dolores Vázquez y su circunstancia.

Es por eso que el primer episodio y el segundo son como la noche y el día; el primero intriga, interesa, genera expectación (sobre todo porque se acerca al thriller psicológico en los careos de sus personajes y sus meditaciones). Mientras el segundo episodio parece una TV Movie de terror de las peores con todos sus defectos (sobreactuaciones, resoluciones a matacaballo, pintarrajos en el guión...).

Si el segundo capítulo se hubiera mantenido al nivel del primero, no dudaría en calificar a "El caso Wanninkhof" como uno de los mejores telefilms que he visto jamás... pero hacia su ecuador va perdiendo mucho fuelle.

En fin. No merece más de un visionado, pero es bastante recomendable en el terreno dramático y documental... su primer episodio, claro.

Inimaginable el calvario de la que fue acusada: http://www.youtube.com/watch?v=1sob-D51RM0

Lo mejor: Luisa Martín como Victoria Álvarez (aka. Dolores Vázquez).
Lo peor: Su segundo capítulo.