"Y entonces llegó ella" es otra comedia romántica más de Jennifer Aniston que pasa sin pena ni gloria (esta vez el perdedor de Ben Stiller encuentra el amor en el "hippilongo" personaje de la ex de "Friends").

Y es que todas las comedias románticas de Jennifer Aniston son iguales... igual de malas, claro. Ésta es especialmente mala y tiene como principal filón unos gags que te restriegan excesivas (pero no curiosas ni hilarantes) diarreas y sudores de sobaco que no tienen ni p--- gracia y que resultan de lo más repugnantes. Su argumento se acaba a los 10 minutos y el film divaga sin originalidad por un romance vacío en ideas y acontecimientos, y saturado en porquerías de escaso valor humorístico.

En este metraje en el que los chistes guarros (no referentes al sexo sino a las defecaciones y a las sudoraciones) ocupan el 90% de los minutos, el patetismo es constante y la diversión inexistente. Ninguna de sus gracias hacen gracia... pero sí dan asquerosas arcadas.

El tempo del metraje no es excesivamente pesado y al menos no aburre en exceso... pero eso es lo único bueno que puede decirse de esta cosa tan infantil, rutinaria, tonta y absurda. Un Stiller desaprovechado y una Aniston en su limitada linea se pasean sin ganas ni química por esta sucesión de trompazos, pedos, orines, pedorretas, cagarretas y demás que, en lugar de atraer o hacer gracia, solo repelen constatemente.

Pues eso, ¿entretiene? Sí... bueno... como entretienen a ratos Sálvame o Gran Hermano.

Lo mejor: Sus primeros 10 minutos
Lo peor: Sus desagradables "gracias" sin puñetera gracia. Su falta de trama.