Haz click aquí para copiar la URL
España España · MADRID
Voto de Spark:
7
Drama Principios del siglo XX. Narra la historia de Celie, una adolescente negra de catorce años que está embarazada de su propio padre, un hombre despótico y cruel. A partir de entonces su vida estará llena de dolor y humillaciones. (FILMAFFINITY)
12 de junio de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
En 1985 Steven Spielberg dirigió la que fue (tras ocho largometrajes a sus espaldas) su primera película dramática (el propio director le tiene un especial cariño a este largo, pues siempre ha comentado a la prensa que sin "El color púrpura" no existirían films suyos como "La lista de Schindler" (1993) o "Salvar al soldado Ryan" (1998)) tras muchas grandes obras de aventuras familiares e intrigas de terror y ciencia-ficción.

"El color púrpura" es una adaptación de la novela sureña del mismo nombre publicada en 1982 por Alice Walker (que ganó el premio Pulitzer por este trabajo) en la que se nos narran las desventuras de una mujer afro americana (Whoopi Goldberg en su debut actoral) de principios del siglo XIX, cuya vida es un catálogo de miserias que sobrelleva con la astucia y dignidad que es capaz de permitirse. Desde abusos sexuales, odios, racismo y maltratos en ingentes cantidades hasta la amistad, el amor, la esperanza y el compañerismo en pequeñas pero poderosas cantidades, esta mujer provoca en el espectador un compadecimiento honesto y unas ansias de justicia reparadora.

Y Spielberg aprovecha hasta los higadillos de un cabal y mesurado (que no brillante) guion por parte de Menno Meyjes. Un libreto que, si bien dentro del género dramático de calamidades de época no aporta sorprendentes novedades (eso se lo dejamos a Steven Zaillian y multitud de instantes de "La lista de Schindler" si de obras maestras "spielbergianas" se trata) se deja llevar por la trama con pasmosa fluidez (las casi tres horas de metraje se pasan con suma comodidad), con una orgánica naturalidad en sus momentos por muy tensionados y/o deplorables que sean, y con una elección muy sagaz a la hora de escoger situaciones de luz y oscuridad (que se dejan entrever de forma velada en más ocasiones que las que se nos muestran con impacto turbador) entre una rutina siempre narrada con elegancia y cadencia por parte del afamado director.

Y es que "El color púrpura" viene a ser un telefilm de época en su argumento... y de calidad y relumbrón en su desarrollo. Con unas escenas que no solo captan la atención del espectador, sino que lo hacen con cierta implicación. Pero esto no se debe solo a una trama conducida con equilibrio y juicio, sino también a un manejo de la cámara por parte de Spielberg de lo más avezado en los momentos de suspense dramático (aunque del autor de "Tiburón" (1975) o "E.T." (1982) no se podía esperar otra cosa) en los que mantiene planos cerrados de una forma de lo más inquietante para con el espectador ya mimetizado con las protagonistas del film. El elenco no le va a la zaga, con una debutante Whoopi Goldberg que otorga a su atribulada Celie una carismática franqueza (aunque no reluce como lo hiciera poco después en el género de la comedia) y unos secundarios que encajan como guantes en unos roles algo más estereotipados pero con pequeños retales de otras dimensiones humanas a las que le toman el pulso, ya sean los villanos del relato como Danny Glover o los personajes que dan algo de color (valga la redundancia) a la gris y desdichada vida de su protagonista como son los de Oprah Winfrey o Margaret Avery. La puesta en escena es, por su parte, de una calidad cinematográfica notable. Sin la cinematografía actual de tanta definición, pero con un diseño y ejecución de escenarios estilizado (ya sea en los exteriores frondosos y diversos o en los decorados interiores de una madera muy presente) y un vestuario y maquillaje competentes que Spielberg aprovecha con su forma de rodar académica pero eficiente (con una composición de planos medios muy bella y unos planos cerrados tan honestos como impregnantes en el drama).

Así pues tenemos una película de duro argumento (que no muestra con excesiva crudeza, el público más sensible podrá verla sin más problema que el de echar alguna lagrimilla. Pero no va a apartar los ojos de la pantalla con repulsión constante ni mucho menos) pero muy embaucadora gracias a una elaboración tanto a nivel de guion como de puesta en escena muy delicado y distinguido. Es una película muy recomendable a todo cinéfilo adulto (indispensable para los aficionados a los dramas de época), aunque no se me sitúa en el grupo de grandes obras maestras del cine de Steven Spielberg (a lo "La lista de Schindler", "Salvar al soldado Ryan" o "E.T.") ni tampoco (por poco) me llega al nivel de memorables obras de género como "Minority Report" o "A.I: Inteligencia Artificial" pero se me queda al relevante y revisable nivel de "Lincoln" (2012), "Caballo de batalla" (2011) y desde luego mejor que truños como "Hook" (1991), "La terminal" (2004), "La guerra de los mundos"" (2005) o "Amistad" (1997) sí es. Y supera a cintas aceptables pero dentro de lo rutinario por parte de Spielberg como "Mi amigo el gigante" (2016), "Los archivos del Pentágono" (2017), "El puente de los espías" (2015) o "Ready Player One" (2018). Digamos que "El color púrpura" es equiparable a dramas históricos sobre el racismo, machismo y clasismos norteamericano como "Selma" (2014), "Lejos del cielo" (2002) o "Figuras ocultas" (2016).

Lo mejor: Su dirección.
Lo peor: Su banda sonora (totalmente desapercibida y olvidable) de Quincy Jones.
Spark
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow