Otra película de panda de ladrones de guante blanco con su típico gran golpe por hacer (ésta vez incluso se trata de un remake).

La cinta resulta muy vista y previsible... pero también muy amena y distraída.

A pesar de que la trama tiene bastante poca profundidad y análisis (con romance tipicón y giros tradicionales incluídos), el desarrollo de este insólito robo supuestamente imposible (a una persona que nos da de todo menos pena) está estupendamente estructurado en su guión; y es recubierto con una puesta en escena pulcra y elegante, una cinematografía muy bella con una fotografía acicalada, un ritmo lo suficientemente vigoroso, una música gustosa y un gran sonido.

Además los 7 actores que conforman la banda aportan el principal empuje al producto, logrando hacerse todos ellos con cierta personalidad y atractivo (a destacar Edward Norton como genial "hijoputa". Y a Wahlberg que, aunque no es el George Clonney de "Ocean's Eleven", consigue que él y su banda (con menos canas y carisma que la Ocean) se nos hagan majetes y simpaticones con esa jovialidad y ánimo que desprenden).

En fin. Una película que solo busca el entretenimiento futil logrando su propósito. Y en la que tan solo basta con observar su bella fotografía (preciosos los paisajes y ambientaciones en lugares como Venecia o Austria) o las secuencias de acción que nos enseñan las preparaciones y ejecuciones del golpe (que están cargadas de nervio e interés gracias o a unos montajes espléndidos) para evadirse.

El único punto negativo son algunas vacuas escenas de reposo entre planificaciones y robos que poco aportan a la trama y que frenan demasiado el buen desarrollo nervudo al que nos iba acostumbrando el metraje.

Lo peor: ...