¿Que los yanquis no son felices? Ya lo sabíamos. ¿Que los yanquis son unos hipócritas? Ya lo sabíamos. ¿Que viven inmersos en una doble moral? Ya lo sabíamos.

¿Y sabes qué? Ellos saben que lo sabemos. No son tan idiotas en el fondo, saben que venden una imagen al mundo pero también saben que la gente de fuera sabe que eso es sólo una imagen. Claro que habrá quien se crea el sueño americano; ilusos los hay por todas partes. Pero en general toda la gente sabe de qué va el rollo en Norteamérica, y que, básicamente, se enfrentan a lo que cualquier ciudadano de a pie se enfrenta en su vida. Eso sí, guardando las apariencias. Pero saben que sabemos que las guardan.

Entonces, ¿qué es lo que pretende contarme esta peli? Creo que me cuenta algo que yo ya sabía, y que todos sabíamos. Nos maravillamos de que ellos hagan un examen de conciencia y se lo muestren al mundo para que veamos que de vez en cuando se analizan a si mismos. Por favor... en serio, no es nada del otro mundo hacer una autocrítica, ni merece tantos premios. Ellos mismos se premiaron de lo orgullosos que estaban, pero lo peor es que desde el otro lado del charco y desde los demás lugares del planeta la gente les aplauda por "atreverse" a quitarse la máscara.

Eso sí es hipocresía, porque la máscara ya se la han quitado hace tiempo y de la peor de las maneras, y hacer una peli así sólo demuestra que, cuando quieren, pueden pensar un poco y todo. Pues vaya cosa. ¿Tanto bombo para eso?

Ah, sí, el 6 de mi nota. Bueno, es que la peli está bien hecha y tiene buenas interpretaciones. Como tantas otras películas (también norteamericanas) que no son tan evidentes, tan obvias y tan servidas en bandeja. Y encima en esta, hay un detalle que lo estropea todo (ver spoiler).