Entretenidilla y más o menos divertidilla comedia, con aroma a “Factoría Apatow” por los cuatro costados (no solo por figurar algunos de los habituales de su cine, sino por la atmosfera que impregna el film), en base, no a la calidad o hilaridad de los gags (siendo generoso, diré que no hay ninguno memorable), ni a la historia que cuenta a modo de road movie durante gran parte del metraje (cumplir el sueño del amigo enfermo de cáncer), sino a las abundantes y hasta cierto punto entrañables referencias cinematográficas a múltiples y reconocibles películas de esas que tanto nos han hecho disfrutar y a los también abundantes cameos, (seguramente harán las delicias de los fans de Star Wars y trekkies), que seguro te mantendrán ocupado reconociéndolos (Seth Rogen, que por partida triple consigue arrancarte una sonrisa cada vez que asoma la gaita, el careto de Danny Trejo o el visto y no visto de Allie Grant, la hija lesbiana de Elizabeth Perkins en Weeds, son mis preferidos).
Para pasar un ratillo viendo los cameos (que en la mayoría de ellos, solo se limitan a asomar la gaita breves segundos) y poco mas (a no ser que me este perdiendo algo, que seguro han vislumbrado los responsables del 6,8 de nota que ostenta, cosa que me hará justamente merecedor de masivos fusilamientos).
Tratándose de una producción Miramax con los inefables hermanos Weinstein al frente de la producción, se comprenden, los abundantes y poco enriquecedores de una, cameos (a ver quién se atreve a negarse a una “sugerencia” de los Wenstein).