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España España · Castellón de la Plana
Voto de mnemea:
5
Drama Joe -Joe Dallesandro- es un joven yonqui adicto a la heroína. Consciente de su belleza, vende su cuerpo para ganar el suficiente dinero que permita pagar el aborto de la amiga de su mujer. Desnudos frontales, sexo, drogas y mucha libertad de expresión en plenos años setenta se dan cita en esta famosa cinta apadrinada y producida por el rey de la cultura "pop" neoyorquina Andy Warhol. (FILMAFFINITY)
28 de febrero de 2010
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joe Dallesandro aparece desnudo. De espaldas, de frente, rozando su musculado cuerpo y su tatuado brazo que reza Little Joe entre sábanas, hombres, mujeres o lo que surja. Pero mientras sea posible, desnudo.

Aparece una estrella en la comunidad popular.

Tenemos a un chapero prostituido por la vida, por el dinero, por entretenimiento, por su mujer, por la propia juventud o por no desperdiciar la belleza.

Joan Crawford surge en una conversación, ella también lo haría, ella es una estrella a la que gustosamente se le podría lamer los zapatos como diva, ¿algo más que añadir mientras Joe se abrocha el cinturón tras otro trabajo realizado?

Otra estrella popular que crece como mito.

Minutos en los que transmitir amor a cambio de billetes sucios, divagando a través de conversaciones en brazos del hombre maduro que quiere dibujar la perfección de los músculos tensos o mientras se consume el cigarrillo en una calle durante la larga espera.

En la popularidad transcurre lo cotidiano.

Los tijeretazos entre escenas como los cortes de los párrafos: presentes en todo momento, bien sonoros.

Una vez vendida la carne, con el tiempo quedan los mitos, el pop, la transgresora y en ocasiones experimental mirada de aquel director que podía hacer lo que quisiera en sus rodajes y la fama a través de un pañuelo adherido a la cabeza de dimensiones perfectas. Pero la libertad no lo da todo en esta película, no es suficiente para venerar el cuerpo y todas sus críticas al mundo que vaga por las calles.

Aún así, en América, los hombres que se prostituyen pueden dormir durante horas con la música puesta.
mnemea
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