Haz click aquí para copiar la URL
Polonia Polonia · Zürich-Varsovia
Voto de manuel:
2
Drama Kolia vive en un pueblito a orillas del mar de Barents, al norte de Rusia. Tiene un taller de mecánica al lado de su casa, donde vive con su joven esposa y su hijo, fruto de una relación anterior. El alcalde del pueblo está decidido a apropiarse de la casa y del taller de Kolia a toda costa. Primero intenta comprar el terreno, pero Kolia no está dispuesto a vender. (FILMAFFINITY)
20 de junio de 2020
0 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay directores que caen en la gloria de los críticos, y este director ruso ha caído en gracia de los críticos, suponiendo una desgracia mía.
Lo peor de cuando se quiere hacer cine, es querer ser un “artista” y para ello utilizas fórmulas de estudiante adolescente con una visión muy pretenciosa de la vida y del arte, y esto supone un gran castigo para el espectador, y una tortura si esto dura casi tres horas.

Cuando fui al cine a ver la película “Sin amor”, me sentí engañado, cine pretencioso y plano, pero realmente plano, escenas que no cuentan nada, que no dicen nada y tampoco trasmiten nada, es cine vacío, ni siquiera llega a la calidad de bonito.

Pero pensé que su última película fue cosa mía, y todo el rato tenía la curiosidad de ver esa película que fue tan alabada por la crítica y llegó a ganar premios prestigiosos a nivel internacional, así que me la puse.

Gracias a Dios no me pilló en el cine, así que la pude parar, quedarme dormido un rato, correrla un poco, y volverme a quedar dormido.
Esta película es muy mala, es plana, son imágenes que no cuentan nada, es una historia fácil que pretende retratar la situación político-social de Rusia, todos los sabemos, todo es muy decandente, muy triste, muy probre, vacío de alma...pero está mostrado para niños de escuela, es tan directo su mensaje que solo falta que nos digan al final que Moscú es la capital de Rusia.

Es un cine malo, prepotente, de un artista local, un artista de barrio...todo es plano.

Algo bueno que queda al final es la fotografía, pero lo mismo, después de media hora no te dice nada nuevo, está dando vueltas al mismo asunto, es lo mismo todo el rato.

Algunas escenas quieren retratar la realidad social rusa, el vodka, las fiestas, las maneras de hacer las cosas entre vodka y pepinos fermentados, pero con una vez lo entiendo, dos lo capto pero más me aburre, y así es todo el rato.

Es filosofía adolescente, cine fácil, además de plano, y no se la razón porque los críticos están enamorados de su cine y además me lo recomiendan.

Ya he aprendido la lección, la siguiente película de este director la veré poco sobrio.
manuel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow