Es difícil hacer un buen remake y sobre todo si se trata de un clásico y aunque el clásico no era una obra maestra, era una obra genial.
La película original era genial porque sabía sintetizar en casi setenta minutos una increíble crítica a lo ocurrido anteriormente en el holocausto alemán, niños rubios con ojos azules y una superinteligencia son los encargados de repoblar la tierra, unos niños psicópatas y con falta de empatía.
Todo lo dicho sobre la película lo dije anteriormente en la anterior crítica, lo más importante aquí es analizar el remake de Carpenter.
Creo que Carpenter no quiso utilizar la idea base de la película para hacer más taquilla y vender más, creo que se propuso mejorar lo anterior, le salió en parte pero era una labor realmente difícil, el clásico tenía magia, daba auténtico terror, además el blanco y negro le daba un misterio especial.
El remake se deja ver muy bien y me gusta los cambios que añade Carpentier a la historia, da un toque de novedad y mantiene inquietante al espectador con esas pequeñas novedades ya que la historia es fácil y puede que no sorprenda nada al espectador si fuera totalmente igual, los cambios son inteligentes.
Sin más, es un buen remake, difícil labor la que tenía nuestro director pero me ha gustado.