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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
10
Western. Drama A Wyatt Earp (Henry Fonda), antiguo sheriff de Dodge City, le ofrecen el puesto de comisario de la ciudad de Tombstone, pero lo rechaza porque le interesa más el negocio ganadero al que se dedica con sus hermanos. Sin embargo, cuando uno de ellos muere asesinado, acepta el puesto vacante y nombra ayudantes a sus hermanos. Contará también con la amistad y la colaboración de un jugador y pistolero llamado Doc Holliday (Victor Mature). (FILMAFFINITY)  [+]
9 de septiembre de 2011
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gracias a la magia del cine, una escaramuza que tuvo lugar en la época de colonización de oeste norteamericano, se convirtió en un famoso duelo y sus protagonistas principales elevados a la categoría de mitos. Seguramente debieron sucederse miles de enfrentamientos similares, pero sólo este ha conseguido perdurar en el tiempo, y el pequeño pueblo de Tombstone se ha convertido en un lugar de visita obligado para cientos de cinéfilos.

El realizador John Ford, se encargó adaptar a su manera los hechos, sin pretender ser realista. En el film de Ford, poesía y tragedia se dan la mano. Una excelente fotografía en blanco y negro, envuelve de una forma muy especial el pequeño pueblo donde tiene lugar toda trama. A Ford, no le interesa tanto narrar el tiroteo, como el hablarnos de las personas y de sus actividades más cotidianas y sobretodo de sus reuniones sociales. Por otro lado, se observa un especial cuidado a la hora de retratar a los dos héroes, Wyatt Earp (Henry Fonda) y Doc Hollyday (Victor Mature) a quienes el realizador sitúa de forma antagónica. Pese a que al final acaban siendo amigos, siempre flota entre ellos una extraña sensación de recelo, de rivalidad, acentuado por la presencia de Clementine (Linda Darnell). Earp es un tipo respetuoso de la ley y el orden, y los valores familiares (no hemos de olvidar que desde el principio busca al asesino de su hermano), mientras que Holliday fue en su día alguien como Earp, pero ahora es una persona amargada, alcoholizada y obsesionada con su propia enfermedad. En este sentido, podríamos decir que Earp es un "héroe romántico" y Holliday un "héroe trágico" en el sentido más shakespeariano del término.

La poesía y lirismo que destila el film está reforzada por el excelente uso que hace Ford de los silencios de sus protagonistas. Es más que evidente que Earp (compuesto por Fonda de una forma sobria y serena y sin ninguna estridencia) está enamorado de Clementine, pero nunca se atreve a expresar sus sentimientos. Por su parte, Holliday (excesivamente expresivo), ahoga en alcohol su frustración y amargura de una vida perdida siendo plenamente consciente que no le queda demasiado tiempo de vida. Pero además de sus dos protagonistas, el realizador no se olvida del resto del reparto, los cuales, aunque quedan en un segundo plano, tienen la entidad suficiente como para dar la sensación de ser un pueblo vivo, que respira, que cantan y beben en el bar, una constante en el cine de Ford.

En medio de este retrato, casi cotidiano, prácticamente nos olvidamos del tiroteo. El realizador lo resuelve de forma tan contundente como eficaz, pero al mismo tiempo exenta de épica, sin alargar innecesariamente la secuencia, lo que nos deja un extraño sabor de boca, sobretodo a los amantes de los duelos.

Lo que sí consigue el realizador es que a estas alturas ya no nos importa la veracidad de lo que sucedió en el O. K. Corral, y nos quedemos con sus personajes.
manulynk
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