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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
8
Drama. Comedia. Romance Para asistir a una reunión de antiguos alumnos del instituto Willie Conway, un joven de 29 años, regresa a su hogar en la pequeña ciudad de Knights Ridge. Allí tendrá tiempo para reflexionar sobre su futuro, sobre la juventud que se acaba. El dilema que tiene ante sí no es fácil: ser pianista o representante de ventas. Al mismo tiempo, Willie reconsidera su relación con su novia Tracy. (FILMAFFINITY)
24 de agosto de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director Ted Demme, prácticamente sin proponérselo, nos iba a ofrecer uno de esos films que acaban convirtiéndose en referencia, sobretodo a la hora de retratar a una generación que ante su entrada en la llamada "madurez" definitiva, reacciona de muy diversas formas. El hilo conductor es el personaje de Willie Conway (Tim Hutton), un pianista de moderado éxito, quien ante la inminencia del compromiso con su novia, decide tomarse unos días para reflexionar en el pueblo donde se crió. Allí comprobará con cierta estupefacción que pese a la distancia física, sus amigos de infancia y juventud están en una situación bastante similar.

De entrada, el film de Demme puede parecer atractivo por el reparto, lleno de caras conocidas, empezando por el propio Hutton, pero sin obviar la presencia de actores como Matt Dillon, Mira Sorvino, David Arquette, Lauren Holly, Michael Rappaport, Uma Thurman, e incluso una jovéncisima Natalie Portman. Pero el film no es solo una reunión de muchas caras conocidas, el realizador les otorga a cada uno de ellos su propio espacio dentro del film, conformando un "collage" de situaciones, con temas tan importantes como la madurez, la asunción de responsabilidades, etc, como tema principal.

Otra cosa son las respectivas parejas femeninas, quienes sí que han cruzado la línea de la madurez, y comienzan a impacientarse ante la indefinición de sus respectivos cónyuges o parejas. La situación oscila desde la tolerancia al hecho de asumir que su compañero nunca va a madurar. Pese a que en apariencia el tono que imprime Demme al film es un tanto ligero, se desprende un trasfondo mucho más serio de lo que aparenta. Incluso, las conversaciones de Conway con su vecina (Natalie Portman), desprenden una sutil sensación de paso del tiempo, ante la diferencia de edad entre ambos, sin que haya tensión sexual entre ambos.

Aquí reside el gran mérito de film, a parte de saber integrar a un amplio reparto de caras conocidas, dentro de una historia que a ratos es coral y a ratos es íntima y personal. Es decir, bajo la apariencia de un film comercial, y ligero, las concesiones a la comedia son muy escasas, casi inexistentes, y poco a poco, se va apoderando del espectador la sensación que está contemplando un drama. Un drama de un grupo de jóvenes que, sin pretenderlo se han encontrado en las puertas del mundo maduro, y no tienen muy claro el querer atravesarlas. Claro que eso no depende de ellos. Así, Ted Demme nos ofreció uno de los mejores relatos que se ha hecho en el cine sobre el tema de la madurez, anticipándose incluso a la avalancha de "peterpanes" del siglo XXI que con tanta frecuencia inundan las pantallas, y que no han hecho sino hacer mucho más grande este film.
manulynk
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