La pobre Jean Grey está gafada en el cine como Fénix Oscura.
Después del excelente trabajo de Famke Janssen como la poderosa telépata en X-Men y X-Men 2, llegó Brett Ratner a la franquicia para fastidiarlo todo con la lamentable La decisión final. Ahora, Simon Kinberg, guionista de aquella (ejem, ejem) pero también de la magistral Días del futuro pasado, lo intenta de nuevo con Fénix Oscura. Es también su debut tras las cámaras, y aunque se ve que ha aprendido de Bryan Singer o Matthew Vaughn, no se puede decir que la apuesta haya sido ganadora, sino más bien lo contrario.
Como decíamos al principio, la pobre Jean Grey está gafada. Uno de los personajes más interesantes de Marvel, con un arco narrativo y de desarrollo tan rico como es el de su transformación en Fénix Oscura, no consigue tener una buena película a su servicio. Ojo, tampoco es tan mala, ¿eh? Eso que quede claro. La película es entretenida, se deja ver bien, y contiene suficientes detalles interesantes como para no lamentar su visionado, pero duele ver cómo se desperdician una historia y unos personajes así. La narración está muy falta de alma y de energía, como si casi la razón fuera que a ninguno de los responsables de la franquicia les interesara ya seguir y estuviese hecha con prisas. El guión no está cuidado y se repite la "maldición" de las terceras entregas de la saga, aunque en este caso es la cuarta de esta nueva era de mutantes en el cine que comenzó de forma fabulosa en Primera generación.
Entre los actores, destacan como siempre James McAvoy y Michael Fassbender, que aunque ya no parecen demasiado entusiasmados con sus roles de Xavier y Magneto, siempre son un ejemplo de profesionalidad, carisma y talento a raudales, como dos de los mejores actores del mundo que son. Nicholas Hoult está también muy cómodo en su papel de Bestia, quizás con más matices que en otras ocasiones. Jennifer Lawrence es otra que tampoco está muy contenta de repetir, algo que ya se notaba desde Apocalipsis, aunque en esta ocasión su participación es menor y no tiene que fingir demasiado (y dejemos a un lado lo que ocurre con Mística y con las líneas temporales en general, porque no sé cómo cuadrar esta película y sus acontecimientos con el final de Días del futuro pasado, por ejemplo, después de que Lobezno consiguiera cambiar la historia). Sophie Turner es quizás la más destacada, en una interpretación emotiva que se nota que la actriz de Juego de Tronos ha trabajado y matizado para que resulte creíble y su Jean no sea, como se pretende, ni una heroína ni una villana al 100%.
En definitiva, una película sin duda fallida y para nada a la altura de las mejores cintas dedicadas a los mutantes, pero en modo alguno tan desastrosa como se ha dicho.

Lo mejor: Turner, McAvoy, Fassbender y que no es tan mala como se ha dicho.
Lo peor: ¿Por qué esta irregularidad en las películas de X-Men?