Los chicos de diciembre es una bonita película para pasar la tarde. Nada más.
Todo buenos sentimientos y mensajes trillados acerca de la madurez, la amistad y el descubrimiento de lo que uno quiere en la visa, lo mejor es sin duda el paraje natural donde se desarrolla la historia, que es una preciosidad, y el desparpajo y las ganas que le ponen los chavales a sus personajes. Inevitablemente destaca Daniel Radcliffe, que aunque no realiza su mejor interpretación, sí se las ingenia para sacar petróleo de su plano rol.
Una cinta agradable, sencilla y entretenida, pero tremendamente manida y nada brillante en ningún aspecto. Para pasar el rato y poco más.

Lo mejor: El conmovedor epílogo, algunas escenas con mayor enjundia dramática (ver cuando Mapas se enfrenta a Fearless o la última escena de los "Chicos de diciembre" juntos) y ¡la canción de los créditos! Una preciosidad. Para quien le interese, es "December boys", de Peter Cincotti.
Lo peor: Se queda corta, muy corta en todo, y desde el comienzo la trama es un dejà vu constante. Todo lo hemos visto ya antes, y lo hemos visto mejor.