La (des)educación de Cameron Post es otro trabajo fabuloso de Chloë Grace Moretz. La actriz de Georgia se ha especializado en personajes de niñas raras, fantásticas, adelantadas a su edad y con un punto siniestro (no se la pierdan en Déjame entrar, 500 días juntos, Sombras tenebrosas, Laggies, La invención de Hugo o por supuesto Kick-Ass, donde daba vida a la inolvidable Hit Girl). En algunos momentos incluso puede haber rozado el encasillamiento, pero es innegable que es una actriz de descomunal talento, también para el drama, como demuestra en la atormentada piel de la homónima protagonista de esta película.
Cameron Post es una oda a la libertad sexual de las personas, especialmente cuando aman como Cameron lo hace (atención a las escenas con Coley, un estupendo trabajo de Quinn Shepard), y una nada disimulada crítica feroz no sólo a las llamadas "terapias de reconversión" sino a toda la homofobia que aún campa a sus anchas por nuestra sociedad, por muy avanzados que nos creamos. Se trata de una película entretenida de metraje muy ajustado, y llena de momentos y personajes que vienen a contarnos precisamente eso, la dificultad que hay a veces para ser uno mismo y las dramáticas consecuencias que puede tener la actitud de los demás.
Curiosamente, son más interesantes las escenas de la vida anterior de Cameron que las de su estancia en el centro de reconversión, pues son esas escenas las que nos muestran más claramente quién es esta Cameron Post del título: una chica absolutamente normal cuya única particularidad es que le gustan las mujeres. Así, la moraleja tras la historia que nos presenta Desiree Akhavan es la única posible en este caso: rechazo absoluto por este tipo de "terapias" que no son más que homofobia disfrazada de virtud y la eterna pregunta de cuándo va a dejar de ser una particularidad o diferencia que una persona sea homosexual, bisexual, transexual, etc.
Necesaria y valiente.

Lo mejor: Chloë Grace Moretz, soberbia como siempre, y la descripción del personaje principal y su entorno antes de ir al campamento.
Lo peor: Falta profundidad en los personajes secundarios y sobran tópicos.