Encadenados no es la más brillante película de Hitchcock, pero aun así es una película interesante.
El principal problema de Encadenados es que, allí donde otras grandes obras del maestro británico, como Sospecha o Recuerda, tenían un ritmo y tensión endiablados, esta se pierde demasiado en un ritmo algo plomizo y una trama que quizá engancha menos que en otras de las taquicárdicas obras del mago del suspense.
Sobre lo que no hay duda es sobre el talento excepcional de Cary Grant e Ingrid Bergman, una soberbia pareja cinematográfica que ayuda a mantener el interés del espectador en una trama que tiene interés, sin duda, pero se ve lastrada por un ritmo demasiado torpe.