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Voto de Talibán:
6
7,4
13 742
Drama
Frank Galvin (Paul Newman), un maduro abogado en decadencia, es un adicto al alcohol que sobrevive gracias a pequeños y rutinarios trabajos. Un antiguo socio le recuerda el caso, todavía sin resolver, de un error médico cometido en un hospital y del que Galvin se había ocupado. No es nada fácil para él trabajar de nuevo de forma profesional, pero su tesón es tal que no tarda en averiguar que puede ganar el caso. Es entonces cuando ... [+]
18 de abril de 2011
50 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una advertencia inicial: esta crítica, a pesar de lo que su título pueda sugerir, no trata de Paul Newman. Ruego a todo aquel que sea un fanático de Newman que no siga leyendo, porque incurro en la peor de las ofensas ya que ni siquiera lo menciono.
En el buscador de Internet más común pongan exactamente lo siguiente: the verdict nurse kaitlin. Lo más seguro es copiar y pegar. Pulsen el enlace de videos (Para los que tengan más de 40 años, es el tercero de arriba a la izquierda). Hecha la búsqueda, es el primero que sale, de unos once minutos.
Serán testigos de una obra de arte a partir del minuto 3:55, aunque es aconsejable verlo entero.
En el buscador de Internet más común pongan exactamente lo siguiente: the verdict nurse kaitlin. Lo más seguro es copiar y pegar. Pulsen el enlace de videos (Para los que tengan más de 40 años, es el tercero de arriba a la izquierda). Hecha la búsqueda, es el primero que sale, de unos once minutos.
Serán testigos de una obra de arte a partir del minuto 3:55, aunque es aconsejable verlo entero.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El abogado Concannon (James Mason) interroga a la enfermera Costello (Lindsay Crouse). Observen varias cosas. Lumet planifica con el clásico plano-contraplano, picados a Lindsay Crouse y contrapicados a Mason: es un interrogatorio hostil con una posición dominante del abogado. Son angulaciones leves, poco enfáticas pero significativas.
Aproximadamente en el 6:26, en un plano de James Mason, Lumet elimina el contrapicado y capta al personaje casi al nivel de nuestros ojos. La enfermera Costello ha revelado el secreto decisivo y fatal para los intereses del abogado y se nos muestra a Mason debilitado. Apenas nos damos cuenta, no nos decimos “la cámara ha cambiado de ángulo”. Y sin embargo lo vemos, está delante de nosotros: lo percibimos sin verlo, sin que advirtamos la menor fractura. He ahí un director que hace bien su trabajo.
Esta escena es la más importante de toda la película y llama la atención que se sustente en tres secundarios, Mason, la estupenda Lindsay Crouse y el gran Milo O´Shea, que interpreta al juez comprado por Concannon.
El resto corre a cargo de James Mason, actor, Yorkshire (Reino Unido), 1909, Lausanne (Suiza), 1984. Lo único que les deseo es que disfruten la décima parte que yo. Si la perfección absoluta existe yo no sé si sería capaz de reconocerla. Pero desde mi imperfecta pequeñez, aventuro que esto se le parece mucho.
Aproximadamente en el 6:26, en un plano de James Mason, Lumet elimina el contrapicado y capta al personaje casi al nivel de nuestros ojos. La enfermera Costello ha revelado el secreto decisivo y fatal para los intereses del abogado y se nos muestra a Mason debilitado. Apenas nos damos cuenta, no nos decimos “la cámara ha cambiado de ángulo”. Y sin embargo lo vemos, está delante de nosotros: lo percibimos sin verlo, sin que advirtamos la menor fractura. He ahí un director que hace bien su trabajo.
Esta escena es la más importante de toda la película y llama la atención que se sustente en tres secundarios, Mason, la estupenda Lindsay Crouse y el gran Milo O´Shea, que interpreta al juez comprado por Concannon.
El resto corre a cargo de James Mason, actor, Yorkshire (Reino Unido), 1909, Lausanne (Suiza), 1984. Lo único que les deseo es que disfruten la décima parte que yo. Si la perfección absoluta existe yo no sé si sería capaz de reconocerla. Pero desde mi imperfecta pequeñez, aventuro que esto se le parece mucho.