Michael Mann responde a las espectativas y apetencias con buena nota.
"Corrupción en Miami" no es una gran película eso es evidente, pero hemos de ser realistas y objetivos, pues su fin no es otro que entretener al espectador
rememorando aquella exitosa serie, caracterizada por la lujosidad, belleza y corruptela de Miami combinada con la presunción y seguridad de sus dos geniales personajes: Sonny Crocket (Colin Farrell) y Ricardo Tubbs (Jamie Foxx).

Por otro lado, la nota negativa ha sido una gran ausencia de tiroteos, dando más presencia a situaciones de incertidumbre y presión.

A destacar la aparición, tras "Memorias de una geisha", de la atractiva Gong Li como mano derecha del capo colombiano.

En resumen, cumple con las expectativas suscitadas.