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Voto de septemberghost:
4
2017
Scott Buck (Creador), John Dahl ...
5,2
5 206
Serie de TV. Acción. Ciencia ficción
Serie de TV (2017-2018). 2 temporadas. 23 episodios. El multimillonario Danny Rand (Finn Jones) regresa a Nueva York, tras haber estado desaparecido durante años tratando de reconectar con su pasado y su legado familiar. Sus conocimientos de kung-fu y su puño de hierro permitirán que Rand vuelva para controlar el crimen de la ciudad. (FILMAFFINITY)
19 de marzo de 2017
55 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy un gran fan del trabajo de Marvel Studios. Eso, de entrada. Y precisamente por ello soy lo más exigente posible con las nuevas producciones que muestra al público: porque conozco su potencial.
Pese a ser admirador y seguidor acérrimo de la compañía y de su colosal Universo Cinematográfico, soy consciente de que su fórmula no es infalible: Iron Man 2 me resultó irregular, la primera película de Thor no me apasionó, considero que la primera temporada de Agents of S.H.I.E.L.D. tardó demasiado en ser mínimamente interesante... Aun así, tiene sus joyas: Guardianes de la Galaxia, la primera película de Iron Man, la primera Vengadores, El Soldado de Invierno, Civil War, las temporadas posteriores de Agents of S.H.I.E.L.D...
Sí, todo lo anterior puede ser debatible y podría parecer que no viene al caso, pero nada más lejos de ello porque de repente llegó Netflix y se emparejó con Marvel.
De esa fortuita unión nacieron dos vástagos preciosos llamados Daredevil y Jessica Jones: dos series absolutamente brillantes en su adaptación del mundo callejero y violento de los cómics, dos personajes principales rotos, heridos, tremendamente humanos y con debilidades, pasiones y objetivos que todo espectador atento es capaz de entender. Fueron dos series que dieron un puñetazo en la mesa para sacudir a todo el mundo y dejar claro de lo que es capaz de crear una buena adaptación de cómic.
Luke Cage llegó tropezándose un poco y amenazando la efectividad de la pareja Marvel-Netflix sin llegar a derribarla del todo. Era difícil, tras dos increíbles temporadas del Diablo Rojo de Hell's Kitchen y una sublime presentación de la Jessica Jones de la saga Alias de Brian Michael Bendis: el antagonista, en comparación con el Kingpin de Daredevil y el Kilgrave de Jessica Jones, era más endebles y se aprovechó muchísimo menos. El protagonista, además, no parecía tener una motivación tan fuerte como sus otros dos compañeros Defensores que habían llegado previamente.
A pesar de ello, la serie terminó funcionando y retratando el barrio de Harlem y al hombre con la piel indestructible de forma digna, pero nunca nos olvidaríamos del tropiezo. Tanto los fans de Marvel Studios como los del soplo de aire fresco que, supuestamente, daba Netflix al Universo Marvel, rezamos para que el cuarto Defensor, Iron Fist, se irguiese con orgullo y diese un nuevo puñetazo a la mesa y asentase unos pilares bien sólidos para el crossover con Luke Cage, Daredevil y Jessica Jones en la serie de los Defensores.
Eso, además de presentar una serie a la altura: prioridad número uno.
Y lamento desde lo más profundo de mi corazón decir que no ha sido así. Escribo estas palabras profundamente apenado tras haber terminado el último capítulo de esta desastrosa primera temporada: me encantaría poder decir que Iron Fist no solamente está a la altura de Daredevil y Jessica Jones y que supera ampliamente a Luke Cage, pero no puedo. Es increíblemente mediocre, pese a su espectacularidad y a sus aciertos en determinados campos.
No es mediocre porque, según su actor principal, "el héroe es un multimillonario blanco en la era Trump". Es un argumento absurdo.
No es medirocre porque "es una serie para fans y no para críticos". Es la enésima vez que veo esta excusa para justificar un trabajo absolutamente por debajo de su potencial (sí, te miro a ti Escuadró Suicida), y no nos engañan: los fans, el público casual y, especialmente, los cinéfilos TAMBIÉN somos críticos.
No es mediocre por cuestiones raciales y, francamente, caer en el uso de este argumento es una trampa sin salida:
> El héroe es blanco: racismo, clásica supremacía blanca que debe salvar a los orientales que son peores que él.
> El héroe es oriental: racismo, clásico estereotipo y cliché de que todos los asiáticos deben saber artes marciales.
Como pueden comprobar, el anterior argumento es inútil sin perspectiva: Iron Fist nació en la época de la macro-explotación del Kung-Fu en series y películas y en la serie ni se sobrevaloran las capacidades de Danny Rand ni se infravaloran las de sus compañeros. A pesar de la buena ambientación, la música, el plantel actoral (sublime) y el rodaje de escenas de acción (pulcro, creíble y muy distinto de lo visto en Daredevil), la serie se queda en la mediocridad.
¿Quieren saber por qué? Muy bien, lo haré en los spoilers aquí abajo.
Pese a ser admirador y seguidor acérrimo de la compañía y de su colosal Universo Cinematográfico, soy consciente de que su fórmula no es infalible: Iron Man 2 me resultó irregular, la primera película de Thor no me apasionó, considero que la primera temporada de Agents of S.H.I.E.L.D. tardó demasiado en ser mínimamente interesante... Aun así, tiene sus joyas: Guardianes de la Galaxia, la primera película de Iron Man, la primera Vengadores, El Soldado de Invierno, Civil War, las temporadas posteriores de Agents of S.H.I.E.L.D...
Sí, todo lo anterior puede ser debatible y podría parecer que no viene al caso, pero nada más lejos de ello porque de repente llegó Netflix y se emparejó con Marvel.
De esa fortuita unión nacieron dos vástagos preciosos llamados Daredevil y Jessica Jones: dos series absolutamente brillantes en su adaptación del mundo callejero y violento de los cómics, dos personajes principales rotos, heridos, tremendamente humanos y con debilidades, pasiones y objetivos que todo espectador atento es capaz de entender. Fueron dos series que dieron un puñetazo en la mesa para sacudir a todo el mundo y dejar claro de lo que es capaz de crear una buena adaptación de cómic.
Luke Cage llegó tropezándose un poco y amenazando la efectividad de la pareja Marvel-Netflix sin llegar a derribarla del todo. Era difícil, tras dos increíbles temporadas del Diablo Rojo de Hell's Kitchen y una sublime presentación de la Jessica Jones de la saga Alias de Brian Michael Bendis: el antagonista, en comparación con el Kingpin de Daredevil y el Kilgrave de Jessica Jones, era más endebles y se aprovechó muchísimo menos. El protagonista, además, no parecía tener una motivación tan fuerte como sus otros dos compañeros Defensores que habían llegado previamente.
A pesar de ello, la serie terminó funcionando y retratando el barrio de Harlem y al hombre con la piel indestructible de forma digna, pero nunca nos olvidaríamos del tropiezo. Tanto los fans de Marvel Studios como los del soplo de aire fresco que, supuestamente, daba Netflix al Universo Marvel, rezamos para que el cuarto Defensor, Iron Fist, se irguiese con orgullo y diese un nuevo puñetazo a la mesa y asentase unos pilares bien sólidos para el crossover con Luke Cage, Daredevil y Jessica Jones en la serie de los Defensores.
Eso, además de presentar una serie a la altura: prioridad número uno.
Y lamento desde lo más profundo de mi corazón decir que no ha sido así. Escribo estas palabras profundamente apenado tras haber terminado el último capítulo de esta desastrosa primera temporada: me encantaría poder decir que Iron Fist no solamente está a la altura de Daredevil y Jessica Jones y que supera ampliamente a Luke Cage, pero no puedo. Es increíblemente mediocre, pese a su espectacularidad y a sus aciertos en determinados campos.
No es mediocre porque, según su actor principal, "el héroe es un multimillonario blanco en la era Trump". Es un argumento absurdo.
No es medirocre porque "es una serie para fans y no para críticos". Es la enésima vez que veo esta excusa para justificar un trabajo absolutamente por debajo de su potencial (sí, te miro a ti Escuadró Suicida), y no nos engañan: los fans, el público casual y, especialmente, los cinéfilos TAMBIÉN somos críticos.
No es mediocre por cuestiones raciales y, francamente, caer en el uso de este argumento es una trampa sin salida:
> El héroe es blanco: racismo, clásica supremacía blanca que debe salvar a los orientales que son peores que él.
> El héroe es oriental: racismo, clásico estereotipo y cliché de que todos los asiáticos deben saber artes marciales.
Como pueden comprobar, el anterior argumento es inútil sin perspectiva: Iron Fist nació en la época de la macro-explotación del Kung-Fu en series y películas y en la serie ni se sobrevaloran las capacidades de Danny Rand ni se infravaloran las de sus compañeros. A pesar de la buena ambientación, la música, el plantel actoral (sublime) y el rodaje de escenas de acción (pulcro, creíble y muy distinto de lo visto en Daredevil), la serie se queda en la mediocridad.
¿Quieren saber por qué? Muy bien, lo haré en los spoilers aquí abajo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
1) El protagonista es insoportable y se mueve sin un objetivo claro.
- Primero se trata de su familia que perdió en el pasado.
- Pero luego se trata de su compañía y de su legado.
- Luego se trata de su destino como el Iron Fist
- Luego se trata de su relación con sus amigos de la infancia y en quién o no puede confiar.
- Luego en su pulsión como potencial héroe en Nueva York.
A ver: si todo esto cristalizara en una VERDADERA motivación para Danny Rand a lo largo de los 13 capítulos, atando todos los objetivos del personaje, entonces tendría sentido. Pero simplemente no lo tiene: Iron Fist se reduce a un tío enfadado que nunca sabe lo que quiere, no determina una motivación clara para su historia y en casi 13 horas de desarrollo de trama no son capaces de aclararlo mínimamente. Debería darles vergüenza de entrada.
2) La trama nunca cierra cabos:
- Hay una organización en la sombra muy peligrosa, pero dejemos eso para más tarde que vamos a hablar del trauma del avión.
- Sin embargo, dejemos lo del avión y pongamos un par de peleas y de flashbacks porque tenemos que mostrar luchas y artes marciales.
- Pero no nos quedemos mucho en ello y vayamos de vuelta a la familia y a la empresa de Rand, que esto también es una crítica a las grandes corporaciones.
- Ah, pero esto puede aburrir a la audiencia, volvamos a la organización en la sombra...
¿Me van comprendiendo?
Van de un sitio para otro, pero nunca cierran una trama correctamente, no dan tiempo ni ritmo a que todas cuajen entre sí y en su lugar acaban todas atropelladas en su resolución. De hecho, ¡algunas ni siquiera se resuelven! No, no vale la excusa de "pero es que seguro que se resuelve en la serie de los Defensores", porque eso únicamente denota pereza para escribir algo con sentido y solidez.
3) No hay fuerza antagonista definida. ¿Cuál es el obstáculo del protagonista? Si partes de un protagonista sin objetivo definido poco puedes hacer, pero es que además de ello nunca sabremos cuál es el verdadero desafío:
- ¿Es un culto en las sombras? ¿La Mano? ¿Cuál de ellas, la mala o la peor?
- ¿Son sus antiguos amigos? ¿Su nueva amiga?
- ¿Su empresa? ¿Su monasterio donde entrenó?
- ¿Es él mismo? ¿Todo a la vez?
- ¿Nada?
Nada
En eso se queda Iron Fist.
Mucha espectacularidad a ratos, gran representación del poder del Puño de Hierro, grandes actuaciones, suculentos aperitivos en forma de retazos de tramas, historias y personajes que podrían haber funcionado muchísimo mejor... Un regusto amargo se me queda en la boca al pensar en todo ello y saber que podría haber sido algo emocionante y espectacular. Sin embargo, y encima de todo lo anterior, salgo de la serie con el peor final que he visto de todo Marvel Studios.
Me duele.
- Primero se trata de su familia que perdió en el pasado.
- Pero luego se trata de su compañía y de su legado.
- Luego se trata de su destino como el Iron Fist
- Luego se trata de su relación con sus amigos de la infancia y en quién o no puede confiar.
- Luego en su pulsión como potencial héroe en Nueva York.
A ver: si todo esto cristalizara en una VERDADERA motivación para Danny Rand a lo largo de los 13 capítulos, atando todos los objetivos del personaje, entonces tendría sentido. Pero simplemente no lo tiene: Iron Fist se reduce a un tío enfadado que nunca sabe lo que quiere, no determina una motivación clara para su historia y en casi 13 horas de desarrollo de trama no son capaces de aclararlo mínimamente. Debería darles vergüenza de entrada.
2) La trama nunca cierra cabos:
- Hay una organización en la sombra muy peligrosa, pero dejemos eso para más tarde que vamos a hablar del trauma del avión.
- Sin embargo, dejemos lo del avión y pongamos un par de peleas y de flashbacks porque tenemos que mostrar luchas y artes marciales.
- Pero no nos quedemos mucho en ello y vayamos de vuelta a la familia y a la empresa de Rand, que esto también es una crítica a las grandes corporaciones.
- Ah, pero esto puede aburrir a la audiencia, volvamos a la organización en la sombra...
¿Me van comprendiendo?
Van de un sitio para otro, pero nunca cierran una trama correctamente, no dan tiempo ni ritmo a que todas cuajen entre sí y en su lugar acaban todas atropelladas en su resolución. De hecho, ¡algunas ni siquiera se resuelven! No, no vale la excusa de "pero es que seguro que se resuelve en la serie de los Defensores", porque eso únicamente denota pereza para escribir algo con sentido y solidez.
3) No hay fuerza antagonista definida. ¿Cuál es el obstáculo del protagonista? Si partes de un protagonista sin objetivo definido poco puedes hacer, pero es que además de ello nunca sabremos cuál es el verdadero desafío:
- ¿Es un culto en las sombras? ¿La Mano? ¿Cuál de ellas, la mala o la peor?
- ¿Son sus antiguos amigos? ¿Su nueva amiga?
- ¿Su empresa? ¿Su monasterio donde entrenó?
- ¿Es él mismo? ¿Todo a la vez?
- ¿Nada?
Nada
En eso se queda Iron Fist.
Mucha espectacularidad a ratos, gran representación del poder del Puño de Hierro, grandes actuaciones, suculentos aperitivos en forma de retazos de tramas, historias y personajes que podrían haber funcionado muchísimo mejor... Un regusto amargo se me queda en la boca al pensar en todo ello y saber que podría haber sido algo emocionante y espectacular. Sin embargo, y encima de todo lo anterior, salgo de la serie con el peor final que he visto de todo Marvel Studios.
Me duele.