Quizá este sea el ejemplo de película que fue revolucionaria en su tiempo pero que ha envejecido mal... realmente mal. Está claro que sin esta cinta de George A. Romero, padre del género zombie,y su precursora, "El dia de los muertos vivientes", no existirían hoy en dia las mejores, más elaboradas, críticas y superiores en todos los aspectos cintas modernas del género, como la sobresaliente "Amanecer de los muertos" en cuyo recuerdo de ésta se inspira, pero por Dios, uno se da cuenta viendo una película como ésta que tan mal ha envejecido como de inocentes podían ser las gentes y como de cutres las producciones de serie Z.

Zombis lentos azules por empacho de viagra que son toreados sin escrúpulos por los protagonistas y vacilados sin rubor es imposible que infundan ningún temor ni siquiera respeto. Actuaciones atroces de desconocidos con cara de palo tampoco ayudan a generar ninguna tensión, y menos con esa música ratonera de gimnasio con solera a esteroides que Romero pretende llamar banda sonora.

Y así son las cosas, que lo que hace treinta años era revolucionario y necesario para que hoy en día exista la evolución de producciones como ésta (y normalmente con zombis corredores) hoy se antoja casposo, inocente y en definitiva bastante infumable aunque los mismos temas estén ahí: la crítica al consumismo, el aborregamiento y acomodamiento de la población, etc... etc... etc... De ahí que apruebe, como reconocimiento a que obras así eran necesarias para tener lo que hoy en día tenemos.

"Cuando no haya sitio en el infierno, los muertos caminarán sobre la tierra"