He de reconocer que abriendo la película con 'Variaciones y Fuga' de Purcell, el amigo Wes ya me había ganado. Con esa celestial banda sonora de fondo, los travelling iniciales dentro de la casa me parecieron deslumbrantes. Esa misteriosa joven (maravillosa Kara Hayward) mirando con los prismáticos y sus tres hermanos pequeños ensimismados con la melodía que salía de ese tocadiscos, fueron más que suficiente para saber que al fin iba a gustarme una película de Wes Anderson.

Lo deja bien claro desde el primer momento, las emociones no tienen edad y para emociones las de la primera hora de metraje, simplemente magistral. Hasta la tremenda secuencia que se desarrolla en esa romántica cala, la dirección es sencillamente brutal. Me ha encantado la recreación de todo ese universo 'scout', del romanticismo con que está impregnada toda la cinta, su notabilísima dirección artística y vestuario (la película luce muy colorista) y por supuesto, aupando la cabeza por encima de todos, Monsieur Desplat.

Querido Alexandre, estar en pleno verano y tener la absoluta certeza que el Oscar del año que viene es tuyo debe producirte una sensación apasionante. Quédate tranquilo, a la quinta va la vencida. Lo que has hecho con esos títulos de crédito finales me lo llevo a la tumba, te lo juro.

Casting más que interesante pero vamos, ese amor adolescente que protagonizan Jared Gilman y la Lolita se llevan todos mis aplausos. Lástima de esa última media hora en que la cosa se va de madre. No obstante, película del verano, banda sonora del año y títulos de crédito de la década. Toda una sorpresa y todo un 7,5.