La primera Gran Película, con mayúsculas, de Spielberg; la primera vez que dio muestras de lo que era capaz de hacer. No se llevó el premio de la Academia por no plegarse a los deseos de los grandes.

Es una historia para verla con sentimiento, no para estudiar cine. Es una historia que debería hacernos vibrar a cualquiera que la vea. Es la historia de un persona que no admite quedarse con lo poco que la vida le da: un asno, y que me perdonen los asnos, por marido. Whoopi, que tan acostumbrados nos tiene a papeles cómicos, demuestra que es capaz de dar vida aun personaje atormentado y luchador; eso sobre todo: es una luchadora.

Quien vea esta película por primera vez atraído sólo por el nombre del director y pensando que por estar Whoopi Goldberg va a pasar un buen rato, mejor que ni siquiera le dé a la puesta en marcha; el que quiera ver una película pensada y que hace pensar, ¡Que no deje de verla! Y que la grabe dos veces por si acaso.