No he visto ninguna anterior película de este director y, he de admitir que la que nos ocupa me sorprendió gratamente.
La primera sensación que tuve en los primeros fotogramas fue de extrañeza, y la siguiente sensación fue la de estar viendo algo muy original. A medida que se sucedían las escenas fui corroborándolo.

Lo cierto es que, durante la primera parte de la película, y atendiendo a esta pareja protagonista, tuve la sensación de estar viendo una película de Bergman o Rohmer sobre las relaciones de pareja que hacía ya algunos años había disfrutado en mis habituales salas de cine de arte y ensayo, y donde, mediante sagaces diálogos y situaciones, se destripaba con agudeza el carácter y psicología del ser humano.

Así estaba yo de arraigado y entusiasmado con esta parte inicial cuando el film dió paso, tras un subtítulo, a la parte central del film, en la que nuestra pareja se encuentra de viaje en un crucero. La atención puesta en esa joven pareja protagonista se desvió y dejó paso a un film totalmente nuevo e igualmente refrescante e interesante, donde esta vez, también, se trataba con agudeza el género humano, pero desde una perspectiva más general. Esta parte dió paso a las escenas más cómicas. Sin duda el film estaba dejando pinceladas de argucia y humor que me estaban gratificando muchísimo. Lo cierto es que tenía momentos muy sutiles que se mezclaron con momentos tremendamente abruptos en un "in crescendo" muy bien narrado, hasta desembocar en una tercera parte, de la que no contaré nada, por no querer desvelar uno de los giros más audaces e inteligentes, y que a mí me deleitó tremendamente. De nuevo el film se había tornado en algo que se escapaba de las manos y difícilmente encasillable y de una originalidad, inteligencia y comicidad tales, que rozaban el cine de Otar Iosseliani o el sueco Roy Andersson.

Una vez terminada la película, mi cabeza estuvo procesando las dos horas y media de metraje que acababa de paladear, y realmente caí en la cuenta en que, era más que probable que había estado ante uno de los films más originales y mordazmente inteligentes que había visionado en años. He de admitir que no es un película fácil. Es un cine arriesgado, inteligente, mordaz y rompedor el que Östlund nos ha brindado con este film. Sin duda, no es una película fácilmente recomendable. Si tuviera que aconsejarla, sería a alguien que sienta interés por lo diferente, que sea amante de la fina ironía y de un humor inteligente, que le guste dejarse llevar por las aguas de lo políticamente incorrecto y le guste naufragar en una orilla donde nunca jamás haya estado...