Después de semanas centrado en series, ayer me propuse ver Jason Bourne 2016. Resultado= dos horas perdidas, murió la saga. Dos horas dando vueltas en torno a un mísero detalle del pasado de David Webb. Mucha acción, poca esencia, no hay comparación con la primera entrega. De hecho, pienso que hasta la tercera película tenía razón de ser, pero esta bosta parece haberse concebido sólo para darle trabajo a dinosaurios cesantes y estrellas emergentes. Y la última secuencia de persecución... pffffff, por un momento pensé que estaba viendo Mad Max and the Furious