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Voto de El Gran Waldo Pepper:
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Ciencia ficción. Fantástico. Thriller
Año 1959. En la escuela elemental William Dawes, una profesora propone a sus alumnos una cápsula del tiempo en la que, por cincuenta años, se guardarán una serie de dibujos que ellos realizan teniendo como tema 'visión de futuro'. Una extraña niña llamada, Lucinda Embrey (Lara Robinson), tan solo escribirá una larga serie de números... y será esta hoja la que después caerá en manos de Caleb (Chandler Canterbury), el hijo del escéptico ... [+]
21 de agosto de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El fin del mundo, una niña a la que le da un yuyu y Nicolas Cage buscando en internet el significado de ciertas cosas.
Esos tres argumentos debían de formar parte de tres guiones guapos que llegaron a algún productor de Hollywood quien, después de inhalar su enésimo trompetazo de polvos picapica, se dijo a sí mismo: "si los fusiono en una sola peli, pegaré el gran pelotazo".
Y vaya si se lo pegó.
Esos tres argumentos debían de formar parte de tres guiones guapos que llegaron a algún productor de Hollywood quien, después de inhalar su enésimo trompetazo de polvos picapica, se dijo a sí mismo: "si los fusiono en una sola peli, pegaré el gran pelotazo".
Y vaya si se lo pegó.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El personaje de Nicolas Cage es un alcohólico (o bien jincarte una botella de whisky cada noche antes de dormir es lo habitual en Massachusetts y yo soy un cateto de provincias) que se obsesiona con un papelito que recibió su hijo en el colegio.
El papelito está lleno de números que escribió una niña en trance hace como 50 años y que las autoridades del cole decidieron meter en una cápsula del tiempo junto con otras cartas de alumnos.
Ni la niña ni el hijo tienen ningún peso en la historia de Cage. Si se hubiera encontrado el papelito en el contenedor de basura junto a la puerta de su tienda de licores habitual, habría dado igual.
Por las noches, entre trago y trago, se pone a meter en iGoogle los numeros del papel y descubre que son fechas de catástrofes y el correspondiente número de víctimas. Todo muy interesante, pero como no puede evitar las catástrofes, ahí no hay argumento.
La última fecha resulta que es del fin del mundo, y cuando se lo comenta a su hermano (que casualmente es científico) éste le dice que sí, que el sol va a soltar una llamarada chunga y va a ser el fin de la civilización humana tal como la conocemos.
Ahí es cuando entran en acción unos alienígenas con aspecto de pervertidos que se llevan al hijo de Cage y a una niña random a otro planeta para que vivan libres y procreen y la humanidad sobreviva. Fin.
Por el precio de una entrada te han contado tres películas, y aún habrá quien diga que es un zurullo de película.
El papelito está lleno de números que escribió una niña en trance hace como 50 años y que las autoridades del cole decidieron meter en una cápsula del tiempo junto con otras cartas de alumnos.
Ni la niña ni el hijo tienen ningún peso en la historia de Cage. Si se hubiera encontrado el papelito en el contenedor de basura junto a la puerta de su tienda de licores habitual, habría dado igual.
Por las noches, entre trago y trago, se pone a meter en iGoogle los numeros del papel y descubre que son fechas de catástrofes y el correspondiente número de víctimas. Todo muy interesante, pero como no puede evitar las catástrofes, ahí no hay argumento.
La última fecha resulta que es del fin del mundo, y cuando se lo comenta a su hermano (que casualmente es científico) éste le dice que sí, que el sol va a soltar una llamarada chunga y va a ser el fin de la civilización humana tal como la conocemos.
Ahí es cuando entran en acción unos alienígenas con aspecto de pervertidos que se llevan al hijo de Cage y a una niña random a otro planeta para que vivan libres y procreen y la humanidad sobreviva. Fin.
Por el precio de una entrada te han contado tres películas, y aún habrá quien diga que es un zurullo de película.