Los primeros minutos de la película te hacen pensar que puedes estar frente a algo divertido con lo que pasar un buen rato... El techo se te viene abajo. Te das cuentas que conforme la película avanza va ser algo poco entretenido, aburrido, soporífero, que roza la pornografía cuando ya, en una de las primeras secuencias, creo que en clase, una de las cuatro protagonistas escribe en un cuaderno "Quiero pene" y lo rodea con un corazoncito. Que a mí alguien me lo explique, o salgo muy poco, o gente así escasea. Para no perder la costumbre se recurre a los tópicos de toda la vida en este tipo de cintas.

Mención aparte merecen los personajes, ya que si por separado se caen por su propio peso, de hecho pienso que las actrices ni actúan, cuando se reúne el grupito ya es la leche. Obviando la ficticia escena en la que James Franco hace lo que hace con las pistolas con silenciadores, creo que el personaje es uno de los peores de la película, si no el peor, puesto que carece de credibilidad o al menos yo no se la encuentro. James, amigo, no aceptes todo lo que te llega, no te hace bien.

En definitiva, y para no extenderme con una película que viendo el tráiler prometía (Grande el tío que lo montó porque nos engañó a todos), zanjo mi crítica. Si lo que queréis ver es el efecto de un porro hecho película, ésta es vuestra película. Si buscáis la erección fácil, ésta es vuestra película. Si buscáis un producto que os entretenga, ésta NO es vuestra película. A menos que entendáis como entretenido dormir la siesta.