Sin hacer mucho ruido y casi por la puerta de atrás, nos llega Onward, una producción de Disney y Pixar, que no ha fascinado a la crítica como otras producciones de la factoría, a pesar de ser una de las más caras.

La película se estrena apenas unos meses antes de otro producto de Pixar, Soul, y ese hecho me lleva a ser un poco conspiranoico. Y es que no supe nada de este proyecto hasta hace pocos meses (Disney promociona muy mal sus películas de animación), llegando ante nosotros como si el estudio no confiase demasiado a ella.

Vamos, que al igual que el Viaje de Arlo (The Good Dinosaur) creo que es un proyecto fallido y demasiado caro, y con el cual el estudio no ha sabido lidiar, de ahí su extraño estreno en marzo (jamás habían estrenado por esas fechas) y con apenas promoción, a pesar del exagerado coste de producción (200 millones de dólares). Repito, es una teoría, ya que el estudio no se ha atrevido a confirmar algo así, al contrario de lo que hicieron con la cinta del dinosaurio.

Como ya digo, aunque positivas, las críticas no han sido tan espléndidas como en otras ocasiones. Yo he leído un par, dejando a la película de un producto divertido y emotivo, pero que no está a la altura de sus compañeras de estudio. Una vez vista, puedo confirmar casi todo (sobre todo lo de emotivo, concretamente en su parte final), pero quitando lo de divertido y confirmando que Pixar ha dejado de ser un referente en el cine de animación.

La animación del film es correcta, pero no está a la altura del estudio ni de estrenos anteriores, como Los increíbles 2 o Zootropolis (está de Disney), no entendiéndose los desorbitados 200 millones de presupuesto. Bueno sí, que la película ha sido un producto fallido, con infinidad de problemas de producción y la han estrenado de tapadillo. Es que se ve a kilómetros...

Y bueno, la película tiene un gran inicio, pero pronto todo se diluye por culpa de un guion insípido, flojo y que bebe de demasiadas fuentes, quedando una historia muy prometedora (el mundo de fantasía y rol en una Road movie de las de toda la vida) pero que se queda en tierra de nadie. Se ha vendido como un nuevo producto original de la casa, pero todo está ya visto y las sorpresas son mínimas, quedando un producto del montón.

El humor brilla por su ausencia (al contrario de lo que había leído en algunas reviews). Cierto es que hay pasajes simpáticos en la cinta, pero poco más, siendo una película muy poco divertida y que apenas saca un par de sonrisas, por mucho que intente buscar desesperadamente la carcajada del espectador.

Los personajes protagonistas no acaban de funcionar del todo. Uno es un cliché con patas sin carisma alguna y el otro es menos divertido de lo que nos pretenden vender desde el estudio. Tampoco son un absoluto desastre, ya que en los veinte minutos finales ganan muchos enteros, pero tampoco serán de los más recordados de la compañía. El mejor personaje de la función no está entre sus mejorables protagonistas, más bien entre sus variopintos secundarios, concretamente el de La mantícora, pero se desaprovecha en exceso y  no le dejan minutos suficientes para desplegar su locura.

Y si por algo se puede salvar de la quema la fallida cinta, es por sus sobresalientes veinte minutos finales. Es una pena que no se haya mantenido el nivel, la calidad y la emotividad de sus maravillosos instantes finales, porque entonces estaríamos hablando de otra genialidad del estudio. Lamentablemente, no es el caso. Y es que dicen que lo importante no es el final, sino el viaje. En esta ocasión sería al revés, ya que el viaje no merece lo suficientemente la pena para que sea un producto disfrutable o recomendable, a pesar del final del camino.

En conclusión, estamos ante una nueva decepción de Pixar, debido a un guion flojo, una animación que no está a la altura de los últimos trabajos del estudio y unas intenciones y expectativas que no se ven reflejadas en la película, ya sea por su alto coste, las pretensiones de la productora o directamente porque han estrenado una cinta que sólo funciona en su parte final.

No tenía muchas expectativas, la verdad, pero, a pesar de su glorioso clímax, he salido decepcionado por un estudio que cada año qué pasa confirma cada vez más que ha dejado de ser lo que era y que cada nuevo estreno es un nuevo clavo en su ataúd.

Hay tres cosas seguras. Una, que si la película fuese de otro estudio hubiese recibido muchos menos aplausos y más abucheos. Otra, que la muy superior y fabulosa Monstruos Univsersity recibió bastantes palos cuando tiene más diversión y garra en un minuto de su metraje que en una hora de Onward (sin contar el final). Y por último, que también se masacró a la muy digna El Viaje de Arlo, tildándola de error del estudio, cuando la película que nos ocupa es mucho más fallida aunque en esta ocasión no han tenido la valentía de admitir los problemas de producción, más que evidentes.

En conclusión, una floja película de Pixar, que solo se puede destacar por su introducción, algún momento puntual y por su estupendo final. Si quitas eso nos queda un producto flojo e insustancial. El declive de Pixar ya no hay quien lo remonte (y mira que han tenido oportunidades). Temblando ante el próximo estreno del antaño genial estudio. Y duele decir algo así. Duele mucho.

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