El espectáculo como definición primordial no precisa albergar ningún tipo de sentido común, se basa en pura diversión para dejar en punto muerto las neuronas.
Si en este concepto se basa, si no todo el anime, por lo menos sí la gran mayoría, nos hallamos ante su verdadero epítome.

Y otro trabajo de la fantástica cosecha de 1.986 dentro de la animación japonesa, aunque no representa ni de lejos lo mejor de la misma; aquel año parecía ser clave para la explosión que vivía este mundillo, con "Ai City", "El Último Reino", "Grey Digital Target" o el film de "Transformers" y joyitas como "El Puño de la Estrella del Norte" y "El Castillo en el Cielo", que lo dejaban bien patente, otro título aterrizaba, y sin paracaídas, con la intención de convertirse en toda una revolución tanto para el género como para la animación: "Proyecto "A-ko" ".
Proyecto realmente curioso y extraño, que vio la luz cuando Katsuhiko Nishijima, un dibujante y animador curtido en varias batallas, decidió no llevar a cabo el encargo que le habían hecho a él y a su equipo de hacer un OVA para la serie "hentai" "Cream Lemon". En su lugar estos señores, más o menos expertos en el negocio, forman su propia productora independiente tomando ejemplo de otros y se decantan por crear, sin mucha idea de lo que quieren, una aventura que sirva de parodia a todo el anime de acción y ciencia-ficción; dicha obra, de la cual vaticinaban que iba a convertirse en algo grandioso, lo nunca visto, iba a servir de paso para pagar una nueva dentadura a Nishijima.

Conjunción de elementos atractivos para el "freak" del anime cuyo objetivo último es el festival "fanservice" sin más, la película tiene a bien deleitarnos con lo que parece ser una monumental aventura mitad "space opera", mitad ciencia-ficción post-apocalíptica, en esos primeros minutos donde vemos colisionar algo similar a una nave extraterrestre contra Graviton City; el ritmo que imprime el director es veloz y las dosis de acción enormes. Con esta gran introducción sólo podemos esperar un magnífico pasatiempo...pero nos damos de bruces a los pocos segundos al conocer la verdadera historia.
Porque todo eso es una mera excusa. Ahora estamos, años después, en la otrora ciudad destruida de cuyos restos se ha levantado una nueva civilización. Las protagonistas son dos colegialas, simplemente llamadas A-ko y C-ko; parece mentira pero éstas llegarán a convertirse en un modelo a imitar para millones de futuros personajes femeninos de la animación: la primera es la chica fuerte, impulsiva, valiente y con grandes poderes; la segunda es la llorona, débil, hiperactiva y con facilidad para meterse en líos. Ambas amigas inseparables que inician su primer día del curso escolar de una manera un tanto excitante.

Y es que de repente nos encontramos entre una confrontación a lo Correcaminos contra el Coyote cuando otra alumna de la escuela, B-ko, decide plantar cara a A-ko por la amistad de C-ko. ¡Así que durante más o menos unos 50 minutos de metraje (no es broma) no veremos absolutamente nada más!; este trío de féminas y su batalla constante, dejando entrever tendencias "yuri" terriblemente mal disimuladas, desde luego sería toda una influencia para el género "shojo". Pero soy incapaz de entender qué atractivo pueden tener, para los responsables de esto, unos personajes cuya mayor cualidad es la repulsión.
¿Por qué crear a chicas tan repelentes, egoístas, masoquistas, y, en definitiva, subnormales, candidatas al estrangulamiento más horripilante? Si no hay unos personajes mínimamente interesantes y una trama con algo de sustancia el proyecto está condenado al fracaso, pues sólo se nos brinda: destrucción de escenarios aleatorios y "gags" que se supone divertidos y son patéticos y pesados hasta la extenuación; tiene que ver con que durante esos primeros tres cuartos de hora se limiten a repetirse las mismas situaciones (una y otra, y otra, y otra vez...).

Sin necesidad de meteoritos y con las acciones de A-ko y B-ko, la ciudad puede quedar perfectamente reducida a cenizas; mi única preocupación es comprobar que jamás se le prestó tan poca atención a la destrucción del mobiliario y a la muerte de personas en el mundo del anime como aquí. Y mientras este sinsentido sólo protagonizado por mujeres y adornado con un montaje frenético tiene lugar, una supuesta segunda trama se va desarrollando para meterse con calzador en la media hora final, y de nuevo con invasiones alienígenas, batallas aéreas y toda la parafernalia "sci-fi" ochentera.
Para demostrar que lo grotesco y caricaturesco es esencial en "Proyecto "A-ko" ", muchas situaciones y así personajes tienen su origen en trabajos anteriores (tales como "Macross", "Mobile Suit Gundam", "El Puño de la Estrella del Norte", "Capitán Harlock", "Harmagedon" o "Maho no Tenshi Creamy Mami") a los que se les rinde tributo pero también se convierten en objeto de desvergonzadísimas parodias. Al final el film supuso un enorme paso en la industria, no sólo por ensalzar la diversión ilógica por encima de cualquier atisbo de argumento, sino porque la historia no procedía de ninguna fuente literaria previa. Sí, sirvió de modelo, pero para esas series y películas carentes de trama, desarrollo, personajes interesantes y sólo preocupadas de efectos especiales, acción y entretenimiento.

Estarían orgullosos sus artífices: crearon la cúlmen del anime "fan service". Todos vieron sus grandes esfuerzos recompensados con unos altísimos beneficios, lo que dio pie a seguir expandiendo el universo de A-ko durante un tiempo (aunque no cosecharía mucha fama cuando no se sabe nada del tema desde hace décadas...).
Y Nishijima, por fin, pudo pagarse una dentadura nueva, si bien alguien tuvo que volvérsela a partir por el sufrimiento que nos causó con éste, el film de animación destinado al gran público más desastroso, estomagante y caótico de la década de los '80. Ahí es nada. Sólo rescato su alucinante banda sonora, de producción estadounidense.