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Voto de Chris Jiménez:
6
6,2
456
Animación. Ciencia ficción. Acción Un terrible día, un viento repentino asola a todo el planeta Tierra, llevando consigo el caos y la destrucción, ya que a todo aquél que rozaba le borraba la memoria, y lo hacía retroceder hasta la edad más primitiva de su evolución. Wataru, como todos, también se vio afectado por el viento, pero tuvo suerte: se encontró con el joven Johny, un niño mecanizado que no perdió la memoria y que le enseñó todo lo que debía saber sobre el ... [+]
14 de febrero de 2017
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La civilización proseguía su expansión, su evolución, bien mala o buena, pero jamás deteniéndose. Entonces llegó el viento, no se sabe de dónde, y arrasó la especie humana.
Y sin civilización el ser humano sólo es un cúmulo de instintos primarios necesarios para garantizar su supervivencia...

Puede que de todas las catástrofes registradas en la ficción, la imaginada en "Kaze no Na wa "Amnesia" " sea la más original y también una de las más inquietantes. El prolífico genio literario de la fantasía, la ciencia-ficción y el horror Hideyuki Kikuchi publicó en 1.983, y con ayuda del legendario Yoshitaka Amano, una extensa novela gráfica que se distribuiría internacionalmente a través de Dark Horse; considerada con el tiempo por muchos como un importante descubrimiento dentro de la ciencia-ficción post-apocalíptica, que tan a la orden del día estaba en aquellos '80.
La adaptación en formato animado tarda en llegar siete años, en un momento en que la animación japonesa (y gracias al milagro de "Akira") está causando furor en todo el Mundo. La compañía que se arriesga es MadHouse; muy propio de ello: fueron los encargados de llevar las obras "Yoju Toshi" y "Demon City" del autor a finales de la década. No obstante Yoshiaki Kawajiri sólo se ocupa del guión y hace las veces de supervisor del proyecto junto al director y colega Shigeyuki "Rintaro" Hayashi; el que toma el mando es el animador y también curtido realizador Kazuo Yamazaki, responsable de la exitosa saga de "Urusei Yatsura" (en serie y OVA) y largometrajes como "Samurai" y "Five Star Monogatari".

La historia según Kikuchi transcurre en unos indefinidos años '90, dejando las tierras japonesas para centrarse en EE.UU. (puede que pensando en la recepción internacional), una tierra baldía presa de la miseria, el caos y la destrucción. En este ambiente tan conocido para los que somos fans de lo post-apocalíptico, empieza la acción, brutal y trepidante, cuando el joven Wataru se dispone a huir de una máquina que hace añicos todo lo que se encuentra; y en ese momento una misteriosa mujer entra en escena. Se dispone el escenario y la puesta en escena en menos de esos salvajes primeros minutos.
Con dos maestros como Kawajiri y Hayashi de supervisores, el trabajo de diseño de Satoru Makamura y la dirección artística de Koseki Mutsuo, la película logra su cometido a nivel visual pese a contar con un presupuesto reducido (fácil de advertir). Pero no todo es acción como se nos hace creer en un primer momento; dispuesta en lo que podrían ser cuatro "episodios" o actos, la trama se inicia en forma de "flashback", relatando nuestro aguerrido protagonista el principio del fin del Planeta, por una causa tan extraña como fue ese viento que tras su paso todos los humanos perdieron la memoria. ¿Un fenómeno natural?, ¿una creación de la ciencia? Por ahora queda en incógnita.

No tarda esto en escorarse a la pura fantasía cuando son introducidos robots, aberrantes experimentos y poderes psíquicos. Con la ayuda de un ser de aspecto humano y cerebro cibernético llamado John, Wataru comienza a recuperar la inteligencia, la razón, y a civilizarse; este será, a partir de entonces, el tema por antonomasia de la historia, y el cual la lleva a límites más trascendentales y reflexivos, al contrario de lo que suele suceder con otros animes de este estilo y género. Yamazaki y Kawajiri se paran a radiografiar a qué grado de salvajismo es capaz de llegar la especie humana tras ser expulsada de la civilización.
Ese rechazo forzado, provocado por el viento, transporta a todos los habitantes a la edad anterior al razonamiento, brotando aquellos instintos de los que fueron dotados para su supervivencia; Wataru entonces se ve obligado a recorrer en su jeep todo palmo de tierra con una mínima esperanza: encontrar algo parecido a lo que una vez fue la sociedad. Después del provechoso "flashback" la estructura narrativa se derrumba considerablemente (tanto más cuanto que uno espera que esto dure hasta el final).

Básicamente se repiten situaciones, se repiten personajes y los mismos esquemas argumentales: el encuentro, episódico, con una pareja que siempre resultan ser padre-hija; el descubrimiento del total hundimiento de la civilización; y, para compensar los muchos momentos de reflexión e introspección psicológica, escenas de acción brutales. Kawajiri escribe y su don para resaltar el lado más oscuro y amargo de la condición humana es palpable, y Yamazaki logra, en base a unos trazos grotescos, duros, imprimir una violencia visceral y un ritmo siempre entretenido (a menudo, que no siempre...).
Hay un viaje a una ciudad futurista que pretende ser la sustitución de la antigua sociedad; éste, por su demoledora visión sobre la dependencia del ser humano de la nueva tecnología y la peligrosa despersonalización del mismo, consigue alzarse como el "capítulo" más interesante. Por otro lado, si bien se arroja sobre Wataru algo de profundidad a la figura del típico héroe implacable de este tipo de historias, uno no puede acabar simpatizando con la misteriosa Sophia (en especial por su revelación, más irritante que sorprendente...¡¿pero qué derecho tenían de tomar tal decisión?!).

Siempre se acusó a "El Viento de Amnesia", que sin querer recuerda a "The Quiet Earth", de poseer una conclusión demasiado floja y momentos en los que la trama en absoluto avanza, sin embargo el tiempo le ha dado un estatus de culto del que no gozó en su estreno (en 1.990, porque no llegaría a EE.UU. hasta tres años después), coincidiendo en el momento con otros títulos más conocidos como "City Hunter", "A.D. Police", "Kazuo Umezu no Noroi" o "Cyber-city Oedo 808" (precisamente de Kawajiri).
Sus escenas de acción y violencia siguen siendo muy atractivas y su reflexión ciertamente profunda e interesante. Pero en la obra original sus virtudes se disfrutan mejor.
Chris Jiménez
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