Después de varios años he podido volver mis ojos a esta interesante película, que tiene suficientes motivos para darle una oportunidad en una tarde dominical sin NETFLIX y que trata sobre el encuentro entre un psiquiatra y un paciente que asegura provenir de otro planeta.

Si bien antes de nada debo decir que este proyecto tiene una pequeña dosis de polémica, y no me refiero a las sonadas acusaciones en contra de Kevin Spacey por presunto abuso de menores, sino a la controversia que tiene el material original, ya que existe una película argentina de titulo "Hombre mirando al sudeste", realizada en 1986, que literalmente es lo mismo que esta "K-Pax", pero que a su vez también tienen como punto de referencia a la novela escrita Gene Brewer en 1995. Así que la pregunta sigue siendo quién copió a quién.

Pero más allá de este singular tema de debate, el film dirigido por Iain Softley entretiene con lo justo y mantiene el interés del espectador gracias al constante juego de veracidad entre los dos protagonistas (unos solventes e impecables Jeff Bridges y Kevin Spacey) quienes luchan por demostrar el primero la imposibilidad de que exista vida en otros planetas, y el segundo por demostrar de manera tan sutil, la autenticidad de poder encontrar seres de otro mundo en cada esquina, incluso que pasa por al lado nuestro sin percatarnos, tanto así que pone en tela de duda nuestra propia existencia.

De soporte se dejan ver Alfre Woodard, Mary McCormack, David Patrick Kelly, Saul Williams, Peter Gerety, Celia Weston, Brian Howe, Conchata Ferrell y un casi irreconocible Aaron Paul realizando un pequeño cameo.

De destacar la envolvente banda sonora de Edward Shearmur junto con una canción de Elton John y el tema principal interpretado por Sheryl Crow.