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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Acción. Thriller Un tal Simon siembra el pánico en las calles de Nueva York haciendo explotar una serie de bombas, y asegura que no dejará de hacerlo a menos que el agente John McClane acceda a jugar con él a un juego llamado "Simón dice". Con la ayuda de Zeus, un electricista de Harlem, el agente comienza una trepidante carrera para resolver las adivinanzas planteadas por el terrorista y, al mismo tiempo, para averiguar sus intenciones. (FILMAFFINITY)
7 de febrero de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después del punto tan bajo que significara “Die hard 2", la cual fuera puesta en manos de Renny Harlin, los productores optaron por devolverle el timón a John McTiernan, quien, con la primera parte, había logrado un posicionamiento memorable. Y McTiernan se propone hacer algo novedoso, creativo e impactante, siguiendo la línea argumental del filme que él había hecho y haciendo de paso como si el segundo no existiera. De nuevo, nos ofrecerá acción high-tech, impactante y milimétrica; los toques de comedia abundarán en toda la aventura; John McClane recuperará su simpática "aureola" y sus actos violentos preservarán ese discreto distanciamiento que el espectador se merece; y de ñapa, le veremos esta vez tomadito de la mano del afroamericano Zeus Carver (¡nada menos que Samuel L. Jackson!) quien se verá abocado a dejar de lado los predicamentos racistas que, desde su negocio, les transmite a los muchachos.

Esta vez, McClane se convertirá en una suerte de conejillo de indias cuando, un nuevo terrorista, con un gran poder de ataque, de “muy buen humor” y bien a gusto con los juegos de adivinanzas, decide tomarlo por su cuenta para cobrarle venganza por algo que, en principio, nadie se explicará. Y convertido el filme en una suerte de comedia catastrófica de un humor muy negro, vamos a ver al atribulado policía, John McClane, correr como un loco en compañía de su nuevo y leal amigo, mientras el terrorista mueve los hilos a sus anchas.

Un guión de Jonathan Hensleigh, es el punto de partida para que, Bruce Willis, se luzca de nuevo con sus capacidades de héroe y comediante, y el film resulta altamente satisfactorio. Lo mejor aquí, es ese estructurado y grandioso plan que, el por todos conocido como Simon (Jeremy Irons), va sacando adelante con unas tácticas y un poder que nadie se imagina. Con cada adivinanza hay una nueva sorpresa; con cada llamada que hace es como si moviera una nueva pieza de un ajedrez que conoce a la perfección; y con su alto manejo de bombas incendiarias y toda suerte de materiales explosivos… pareciera que, New York, con todas sus fuerzas policiales y militares, estuviese rendido a sus pies dándole el poder de hacer lo que se le antoje.

Muy bien actuado, con una sorprendente Colleen Camp como Connie Kowalski, haciendo de fría y pasional asesina nazi; con Graham Greene (como Joe Lambert) poniendo todo su empeño para salvar a un gran montón de posibles víctimas de la temible célula terrorista. Y con Larry Bryggman (el inspector Walter Cobb), dispuesto a creer en McClane, su mejor pieza contra el complicado juego que propone “Simon dice…”.

Y el hombre de la camisilla blanca seguiría dando cuerda para rato...

Título para Latinoamérica: “DURO DE MATAR: LA VENGANZA”
Luis Guillermo Cardona
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