La humillación es algo bastante común en Irán y las mujeres suelen llevar, en ésto, la peor parte. Además de la manera como deben ocultarse a los hombres (namus = virtud)) para no despertar, en ellos, miradas insinuantes o lascivas, también las mujeres son humilladas públicamente por cualquier transgresión al Corán; son prácticamente ignoradas cuando caen víctimas de maltrato intrafamiliar… y ahora, hasta cuando deciden vivir en unión libre, son consideradas adúlteras, humilladas públicamente, y en ocasiones, condenadas a muerte.

En ciertos casos, las personas consideran la humillación más grave que la muerte, pues, ésta puede signifcar el aniquilamento moral con el que se desintegra la dignidad y la respetabilidad que se conservaba, hasta ahora, ante la familia y los amigos.

Recreado de manera contundente y profundamente conmovedora, el peso de la humillación, es lo que vamos a presenciar en <<EL VIAJANTE>>, la reciente creación del director iraní, Asghar Farhadi, quien, definitivamente, se viene consolidando como uno de los directores más profundos y calificados del cine contemporáneo. Para mejor entender el filme, es una ventaja haber leído o visto en cualquier representación escénica o en el cine, la ya clásica obra, “La Muerte de un Viajante”, de Arthur Miller, pues, el montaje en que trabaja la pareja protagonista de la película de Farhadi, además de ser esta misma obra, concatena de brillante manera al personaje de Miller, Willy Loman, con el viajante (o cliente) que veremos en esta impactante historia.

El nuevo personaje, podría ser Willy Loman en el presente, tras haber vivido aquellos años de satisfacciones y frustraciones que, por algunas razones, su familia aprendió a valorarlo mientras también encontró motivos para verlo como un fracasado. La asociación surge desde el alma y se va a hacer un severo juicio de aquellas liviandades que, a veces, dejan en el fango todo lo hasta ahora construido. Pero, ¿la humillación va a tener también aquí su más terrible lugar? ¿Se probará que es mejor la venganza que el perdón? ¿La mujer querrá devolver el búmeran a quienes siempre lo han lanzado contra ella?

El peso de esta historia será muy elevado, sobre todo si has conseguido adentrarte en la conciencia del personaje de Miller… y/o también en la del ‘nuevo’ viajante que llegó al píso donde la actriz de teatro se encontraba dándose un baño. Nuestro criterio se verá en la disyuntiva de si pensar y sentir como la sensible Ranaa (que a la perfección consigue sentir como Linda, la incondicional esposa de Willy Loman) o como Emad, quien pareciera no haber logrado captar el conflicto interior por el que atraviesa el personaje que representa en la obra teatral.

Arte y vida se conjugan entonces de manera magistral, para ofrecernos un retrato humano que, en lo personal, me ha conmovido hasta las lágrimas, pues, Farhadi corrobora, una vez más, que sabe muchísimo de los seres humanos y que, a pasos agigantados, se está poniendo adelante de la muy sesgada cultura de su país.

De nuevo, Shahab Hosseini y Taraneh Alidoosti, con el mismo brillo que ya habían demostrado en los filmes previos de Asghar Farhadi... y el actor que representa al particular viajante -mejor reservar su nombre-, digno de todo reconocimiento.

Título para Latinoamérica: El CLIENTE