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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Western. Intriga Un conductor de diligencias, injustamente acusado del asesinato del hermano de su prometida, logra escapar, pero volverá unos años más tarde para descubrir al verdadero asesino. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2021
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A un pueblo del sur de los Estados Unidos de Norteamérica, regresa Jim Guthrie… y los habitantes tiemblan con tan solo verlo. Al encontrarse con su viejo amigo, Ben East, el nuevo sheriff de la zona, Guthrie rememorará lo ocurrido tres años atrás, cuando se peleó con Carter Mastin, el hermano de, Laurie, su prometida, y pedirá, al sheriff, tres horas para aclarar lo sucedido y marcharse luego del pueblo… si no lo han matado antes.

Comienza así un calificado western que, aunque tiene algunos puntos en común con otros tantos títulos, no resulta para nada predecible, y el director, Alfred Werker, logra que funcione como una suerte de thriller sólidamente cimentado y con personajes muy bien caracterizados. Desde los primeros minutos, se advierte el profesionalismo del director (fotografía muy cuidada, eficiente selección de planos, ajustado vestuario…) y la escena del linchamiento y la fuga, resulta tan bien estructurada que es un ejercicio del más puro arte. Son cuatro hombres los que se involucran directamente en el intento de ejecución… y cuando el reo escapa en una carreta desbocada, la cuerda que sigue atada a su cuello se enredará, ¡cuatro veces!, apretando en cada ocasión su cuello a punto de ahorcarlo. ¿Qué pasa por la mente de Jim Guthrie? Es fácil advertirlo: seguramente la imagen de aquellos cuatro hombres que, sin darle lugar a un juicio justo, querían ejecutarlo por su propia mano.

El guion, escrito por Richard Alan Simmons y Roy Huggins, basados en una historia de Alex Gottlieb, apuntará a indagar en la psicología de los personajes y, al tener esto más peso que la acción, se adquiere un fondo humano, y también sociológico, bien interesante y pronto se convertirá en un firme alegato contra las ejecuciones extrajudiciales y los linchamientos que tan en boga estuvieran en los tiempos más oscuros de la historia estadounidense. Lo mejor, es que la película no pierde vigencia, pues, tras tantos años de haber sido realizada, el atraso y las acciones primarias siguen en su punto, y en algunos países de América, y de otras latitudes, hechos tan atroces continúan sucediendo.

Werker, ha logrado también una cuidadosa selección de su reparto y, cada actor resulta tan ajustado a su personaje, que pareciéramos estar viendo una historia verdadera. Dana Andrews (Guthrie), tiene el tipo del hombre bueno, sin aspecto alguno de héroe, pero, con suficiente carácter para defender su dignidad y la justicia. Donna Reed (Laurie), es la mujer bonita sin demasiada formación, y más interesada en su propio biene$tar que en las delicias que ofrece el amor. Stephen Elliot (Ben), es el sheriff con pinta de hombre astuto y con esa firmeza de carácter que convence a cualquiera… y Richard Coogan es Niles Hendricks, el hacendado que pareciera tenerlo todo, pero… hay gente que tiene tantas cosas que, hechas bien las cuentas, ¡no tiene absolutamente nada!

Es la segunda vez que veo, <<TRES HORAS PARA VIVIR>>, y quedo más complacido que antes en esta oportunidad. El cine adquiere consistencia cuando la forma complementa, con eficacia, una historia donde los personajes tienen vida propia y la realidad se concibe razonablemente cuestionada.

Título para Latinoamérica: <<TRES HORAS PARA MORIR>>
Luis Guillermo Cardona
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