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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Intriga Andrew Wyke (Laurence Olivier) es un prestigioso escritor de novelas de intriga. Además, su pasión por los juegos de ingenio y las adivinanzas lo ha llevado a convertir su gran mansión en una especie de museo, donde se exponen los juguetes y mecanismos más extravagantes. Una tarde, invita a su casa a Milo Tindle (Michael Caine), amante de su mujer y propietario de una cadena de salones de belleza, para proponerle un ingenioso plan del ... [+]
10 de diciembre de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran error del prepotente, es que subestima a sus contrincantes basándose en toda suerte de prejuicios y suposiciones. Se obnubila con su grandeza, se cree sin rival, y vive en un pedestal mentalmente autoconstruido sin llegar a reconocer que, entre los “pequeños” que él mira sólo de arriba hacia abajo, hay siempre un individuo sorpresa que, un día cualquiera, sabrá ponerlo en su lugar. Porque la ley existencial es precisa: "Todo lo que sube, baja", y siempre se encuentra en camino aquel -o aquellos- que un día van a hacerte descender… y justo cuando más alto te sientas, porque, cuando se sube una montaña, en algún momento se llega hasta el pico, y como la vida es movimiento, de ahí en adelante lo que sigue es el descenso. Esto lo comprende el hombre humilde y sabio, pero el arrogante, aunque lo vea en otros, siempre sostendrá que, él, es la excepción.

Andrew Wyke, se parece a uno de estos individuos. Escritor de novelas policíacas en las que ha subestimado hasta el cansancio la labor de los oficiales, siendo invariablemente un investigador amateur -su alter ego- quien resuelve cada caso, vive solitario en una inmensa casona donde abundan los más sofisticados juegos y donde él se solaza retándose a sí mismo... y, de tanto en tanto, retando a alguien que considera digno de que sea su rival.

Sus juegos son sofisticados, excéntricos y, podría decirse que con una pizca satánica y perversa, pues, la trama se asemeja cruelmente a la realidad. El último invitado acaba de llegar, se llama, Milo Tindle, es el amante de su esposa, y tiene la pinta de un italiano con aire de perfecto conejillo de indias; y, hay que prepararse porque, lo que sigue, si nadie te lo cuenta, es absolutamente impredecible, sorprendente y colmado de sutilezas; pura agudeza y fresca imaginación.

Basada en la brillantísima obra de, Anthony Shaffer, de previo éxito en las salas teatrales, y dirigida con maestría por Joseph L. Mankiewicz -a quien ya le debemos la genial, “All About Eve”, entre otras joyas-, <<LA HUELLA>> es un prodigio de arte actoral, demostrado por dos estrellas de alto calibre como son, Laurence Olivier y Michael Caine. En pleno, un tour de force excelentemente calibrado y vibrante, que nos lleva de sorpresa en sorpresa con refinamiento y elegancia.

El arte teatral se exalta a plenitud con una obra de este tino; y el arte cinematográfico, plural y magnético como ninguno, se ve también hondamente ensalzado con una película como <<LA HUELLA>>.

Lo que parece no ser más que un juego… ¡vaya si toca aspectos sensibles de nuestra vida!
Luis Guillermo Cardona
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