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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Terror Trish Jenner (Gina Philips) y su hermano menor Derry (Justin Long) cruzan los Estados Unidos en coche, en un viaje largo y aburrido cuya monotonía sólo se rompe por sus continuas discusiones. De pronto, en mitad de ninguna parte, descubren una iglesia abandonada cuyo tejado está cubierto por una espesa bandada de cuervos y ven como un misterioso personaje arroja un bulto al interior de una gran boca del alcantarillado. A partir de ese ... [+]
26 de enero de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de terror me interesa muy poco. Con lo desagradables que son los sustos, que te paran la respiración, te aceleran el corazón, te crispan los nervios, te hacen comer las uñas, te resecan la garganta… ¡no veo motivo para pagar o gastarle tiempo a algo en lo que no encuentro diversión ni mayores satisfacciones! Peores son todavía aquellas películas llenas de guignol (tripas afuera, sangre a borbotones, heridas grotescas y brutales…), creo que hay que estar medio desubicado para pensar que en esto haya algún tipo de placer... y si sabes que vas a salir asqueado, entonces ¿para qué asistes?

El éxito que logra este tipo de cine puede explicarse en el afán del público de poner a prueba sus nervios, de ostentar machera ante los amigos o ante la novia de turno… o, en el más “dulce de los casos”, por confiar en que, la chica que asista con nosotros, cuando sienta miedo se abrazará a nuestro cuerpo y así tendremos la ocasión, ¡que tanto ansiamos!, de poder sentirla y quizás acariciarla.

Vi, <<JEEPERS CREEPERS>>, animado tan solo por el nombre del director, Víctor Salva, director que me convenció bastante con dos de sus películas: “Powder” y “Peaceful Warrior”. Éste es el cine que me gusta: sensible, espiritual, inspirador... y alusivo a una realidad que se hace necesario mejorar cada día.

La película, comienza como un thriller de carretera (road movie que llaman). Dos jóvenes, Trisha y Darry Jenner, se dirigen a su casa en un viejo auto, y han tomado, por variar, un camino más largo para dirigirse a ella. De pronto, se sienten embestidos por un camión grotesco que los saca violentamente del camino y, más adelante, tienen la sensación de haber visto un hecho criminal.

Salva -también autor del guion-, hace uso de una calle muy larga y solitaria, de unos sonidos que penetran nuestros nervios y de unos encuadres donde, todo alrededor, resulta amenazante en su aparente tranquilidad. Cuando los chicos se involucran en el caso, la tensión aumenta... y el filme adquiere un tono de suspenso que nos involucra, con cada subjetivo desplazamiento de cámara, en todo espacio por donde ellos se mueven. Se acuerda uno de, “Psicosis”, con aquella, Janet Leigh, que se siente perseguida por la policía y también de, “Duel”, la brillante road movie de bajísimo presupuesto y gran eficacia que hiciera, Steven Spielberg.

El director californiano se revela, de entrada, como un baquiano en estas lides que no le conocíamos, aunque sabemos que ya había hecho sus pinitos de terror y de suspenso en el cortometraje. Pero, luego aparece el Creeper (un demonio bien desagradable y con unos gustos asquerosos), y lo que harto prometía este suspenso, se diluye enseguida en una broma pesada que apenas por momentos se levanta, como cuando entra en escena la siempre brillante, Eileen Brennan, haciendo el papel de la señora de los mil gatos.

No es este el cine de mis mayores afectos. Por suerte, Victor Salva volvió, luego, por el más grato camino, y ojalá se conserve ahí, pues, es donde ha demostrado sus mayores facultades.

Título para Latinoamérica: EL DEMONIO
Luis Guillermo Cardona
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