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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama Don Jaime (Fernando Rey), un viejo hidalgo español, vive retirado y solitario en su hacienda desde la muerte de su esposa, ocurrida el mismo día de la boda. Un día recibe la visita de su sobrina Viridiana (Silvia Pinal), novicia en un convento, que tiene un gran parecido con su mujer. Basada libremente en la novela "Halma", de Benito Pérez Galdós. (FILMAFFINITY)
27 de enero de 2009
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ganadora de la Palma de Oro en el festival de Cannes 1961, <<VIRIDIANA>> sigue siendo, probablemente, la película que más polémica ha desatado en la historia del cine español. Una polémica que trascendió las fronteras y que puso a las juntas de censura a complacerse en sus prohibiciones, sus mutilaciones o en la exigencia de cambios narrativos como le ocurrió, absurdamente, al filme de Luis Buñuel.

Hasta, L’Osservatore Romano, se pronunció: “Por primera vez en la historia de los festivales internacionales, a las habituales exhibiciones de impudor ha venido a unirse una serie de representaciones blasfemas”. En España, donde no existía la libertad de prensa, el gobierno prohibió que se hiciera mención de Buñuel y de su película, y “por percances en los trámites de importación y de aduanas”, también tuvo sus particulares trabas para que pudiera acceder a otros países.

Y a todas estas ¿qué es lo que levantó tanta polvareda? Véalo, ahora, para que comprenda lo absurda que ha sido toda censura:

En primer lugar, <<VIRIDIANA> es un objetivo cuestionamiento a la caridad cristiana que se reduce a regalar un pan, cuando se debería enseñar a fabricarlo.... aunque no comparto la metáfora del perro atado bajo la carreta, pues, considero que, para cada ser viviente su propia liberación tiene un profundo valor, y creo, además, que no debe postergarse la tramitación de leyes y de normas que prevengan y castiguen severamente toda infamia que se cometa con los animales o que ponga en peligro su subsistencia como especie.

El resto, es una apología de lo práctico y un rechazo al idealismo (los obreros construyendo y los mendigos orando); una alegoría de la imposibilidad de reprimir los deseos sexuales (Viridiana aferrada del mango-falo del cinturón del mendigo); una revelación de la caridad-terapéutica (Viridiana da gracias al Creador); un espejo de la dominación prepotente (metáfora del gato que atrapa al ratón cuando Jorge seduce a Ramona)... y, entre otras cosas, el filme nos recuerda los peligros que se ciernen cuando abres la puerta de tu casa sin medir a quien la abres.

El filme de Buñuel es de la más alta trascendencia, porque con suma eficacia sacude los convencionalismos, cuestiona los paradigmas sociales más enclenques, y nos demuestra que, creer a ciegas es someterse a vivir a oscuras por toda la eternidad.

“Si se le permitiera, el cine sería el ojo de la libertad”, dijo un día Luis Buñuel. Si cada uno lo decidiera, podría limpiar de su cuerpo las oscuras cenizas con que lo ha embadurnado toda ideología y ser, decididamente, no sólo libre, sino también amoroso de pensamiento, palabra y obra.
Luis Guillermo Cardona
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