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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
7,5
4 649
Documental Documental que muestra la vida de una pequeña clase de un pueblo a lo largo de todo un curso, mostrándonos una mirada a la educación primaria en el corazón de la Landa francesa. Una docena de alumnos entre 4 y 10 años, reunidos en la misma clase, se forman en todas las materias bajo la tutoría de un solo profesor de extraordinaria dedicación. Maestro de la autoridad tranquila, el profesor Georges López conduce a los chicos hacia la ... [+]
1 de agosto de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“SER Y TENER” resulta un material bastante curioso. Pareciera una de esas películas que, como recuerdo de su labor en la escuela, cualquier profesor quiso grabar con la ayuda de un camarógrafo más o menos formado, la editó él mismo y la sonorizó con alguna ayuda externa. El doblaje al español lo hizo otro amigo suyo, quien no puso mucho empeño en la sincronización y tan solo se ocupó de que se entendiera lo que los personajes decían en francés. Quiero decir con esto que, en términos de forma, la película de Nicolas Philibert acusa muchas de las falencias que puede contener la obra de un primerizo: fatigantes planos-secuencia, indebidas posiciones de cámara, desconocimiento de la elipsis, excesivo estatismo narrativo, escasa alternancia del ritmo… Falencias que llevarán sin duda a que, muchas personas, se aburran como unas ostras con semejante registro y muchos de los que la vean en casa, es probable que acudan al control para adelantar unas cuantas situaciones.

En este sentido, no creo que “SER Y TENER” sea una película para el gran público. Pero, de otro lado, creo que es la clase de documento que tendría que ver cualquier persona que esté en el camino de la docencia. Todo estudiante, docente en ejercicio… o cerca de pensionarse, debería ver con mirada comprometida, este estupendo ejercicio pedagógico que nos ofrece el profesor Georges López, quien da cuenta de una manera clara, efectiva y responsable como debe llevarse la relación con los jóvenes estudiantes.

López, un franco-español de magnífico temperamento, demuestra que, antes que nada, hay que tener vocación para poder fluir como lo hace un río. Después, corrobora que hay que estar revestido de amor para poder conservar la paciencia; demostrar sincero interés por el alumno para conseguir escuchar lo que quiere decirnos; y ser capaz de verlos a todos como inocentes, para lograr comprender que se equivocan como humanos, pero que todo error puede corregirse.

La pedagogía de este especial instructor enseña a pensar, siendo esta una tarea efectiva de cada día; enseña a valerse por sí mismo, disponiendo espacios donde el alumnado aprende tareas del campo y del hogar; y sobre todo, enseña a convivir, asumiendo una eficaz manera de solución pacífica de conflictos, y dando al trabajo en equipo todo el espacio que se merece.

¡Cuantas de estas cosas están bien, pero bien lejos, de los colegios de hoy, donde tantísimos docentes apenas cumplen, mediocremente, con transmitir cada día unos cuantos datos; al alumnado que les cae bien (por su sumisión) quizás le brindan alguna sonrisa, pero al que no sigue sus reglas le lanzan desprecio y le chantan castigos; y de remate, ven su profesión cual si fuera una desgracia y solo bendicen el preciso momento en que oyen sonar la campana de salida!

A nivel global, urge un profundo cambio en la educación que nos saque del afán competitivo despertando el espíritu de cooperación, porque, cuando mi propio bien garantice igualmente el bien de los demás, será cuando estaremos caminando hacia la paz.
Luis Guillermo Cardona
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