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Voto de Natxo Borràs:
4
Ciencia ficción. Thriller. Terror Clive (Adrien Brody) y Elsa (Sarah Polley) son dos brillantes científicos que, por medio de la ingeniería genética, se dedican a crear variaciones de especies conocidas. Aunque han alcanzado el éxito, su ambición les hará perder el control, cuando, en secreto, decidan llevar sus experimentos más allá de la moral. Combinando ADN humano en sus experimentos genéticos obtendrán un nuevo escalón en el árbol evolutivo actual. (FILMAFFINITY)
13 de agosto de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vincenzo Natali se dio a conocer con la quimérica y angustiosa “Cube” (1998) donde un grupo de desafortunados se despertaban , encerrados por azar, en un cubículo formado por diferentes compartimentos separados por trampas y enigmas que tenían que resolver. La película triunfó en el Festival de Stiges y la precedieron “Cypher” (2002) con Lucy Liu (Los Ángeles de Charlie) y Jeremy Northam (Invasión).

Ya con el título “Splice; Experimento Mortal”, Natali no se desencasilla para nada del género fantástico pero nos plantea un dilema moral como es el de la manipulación genética de células humanas, y sus peligrosas consecuencias de aplicarlas al ser humano, partiendo de la farmacológica respuesta a la solución de eliminar enfermedades degenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Más allá de esa ambición merodea por las cabezas de la pareja feliz compuesta por Elsa y Clive (Sarah Polley y Adrien Brody) que trabajan como científicos jefes en un laboratorio médico, siempre en busca de respuestas. A partir de un hallazgo al procear unas deformes criaturas, se les enciende la bombilla de procrear con células humanas y diseñar su propio monstruo de Frankenstein aunque aquí es una hermosa criatura, algo nerviosa, que en su acelerado proceso de crecimiento se convertirá en una hermosa ninfa con zarpas, cola, buen trasero así como un buen par de tetas con un rostro que roza de lo puerco espín a lo más felino.

Ese híbrido femenino que han creado y a quien la llaman por el nombre de Dren (Delphine Chanéac), les llevará al más terrible de los disgustos cuando percibirá unos sentimientos tan parecidos a los de sus creadores humanos.

Lo Mejor: la recreación de la criatura en sus diferentes etapas, magníficos efectos
Lo Peor: la sensación de haber visto algo así antes
Natxo Borràs
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