La película que encumbró a Bruce Lee en el estrellato de Hollywood en el momento adecuado para el cine de artes marciales, dirigida unos años antes de la más ambiciosa “Operación Dragón”, sigue las andanzas de Tang Lu (Bruce Lee) para proteger a Chen (Nora Miao) de una banda criminal que quiere expropiarse del restaurante chino que administra en Roma. El resto del argumento es más que previsible aunque el film goza de su buena salud en lo referente a la coreografía de las luchas de Lee con sus contricantes. La más destacada, y recordada, es contra Colt (Chuck Norris) en la famosa escena final en el Coliseo romano al que vemos a un desconocido “Walker Texas Ranger” embutido de pelo en pecho. Un producto solo para incondicionales de las películas de acción y artes marciales que disfrutó de su apogeo pero que su consecuente moda de films baratos han relegado esta joya al olvido, a menos que seas fan de Bruce Lee.