Media votos
7,0
Votos
10
Críticas
10
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Olivares:
8
7,9
8 901
Cine negro. Intriga. Drama
Steele, un guionista con fama de conflictivo y violento, tiene que afrontar la difícil tarea de adaptar un best-seller de nula calidad literaria. Casualmente se entera de que Mildred, la chica del guardarropa del club que frecuenta, ha leído la obra en cuestión. Decide entonces llevársela a su casa para que le cuente el argumento. Pero, a la mañana siguiente, la policía se presenta en su casa y le comunica que Mildred ha sido asesinada, ... [+]
15 de noviembre de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
“En un lugar Solitario” es, ante todo, una película infalible. Un clásico de la era dorada de Hollywood que te atrapa e interesa desde el minuto uno. Una historia bien narrada, bien filmada, un Humphrey Bogart y una Gloria Grahame que parecen estar interpretándose a sí mismos... bien todo. A secas. No puedes decir nada mejor. Pero hay algo, no muy visible, no muy grande, que hace de esta película algo más que una de tantas películas de los años ´50 de Hollywood. Algo que trasciende, y sin el cual esta sería una película más del montón. Alguien me dijo alguna vez que las mejores películas de género son las que precisamente se alejan y superan a su propio género.
Pese a que el argumento no es gran cosa (un tipo cínico y violento es el principal sospechoso del asesinato de una chica después de estar en su casa, y la única testigo que tiene a su favor es su vecina), es sobretodo la forma de narrarla lo que atrae. Una vez nos cazan con el anzuelo de que Bogart es el sospechoso principal, y que hagan planear durante toda la película la posibilidad no sólo de que lo acusen, sino de que realmente él sea el verdadero culpable (dios mío que desasosiego me generan, es como si la silla tuviera chinchetas), el director se aleja tanto como puede del suspense para narrarnos algo totalmente distinto, y mucho más personal y autobiográfico.
Pese a que el argumento no es gran cosa (un tipo cínico y violento es el principal sospechoso del asesinato de una chica después de estar en su casa, y la única testigo que tiene a su favor es su vecina), es sobretodo la forma de narrarla lo que atrae. Una vez nos cazan con el anzuelo de que Bogart es el sospechoso principal, y que hagan planear durante toda la película la posibilidad no sólo de que lo acusen, sino de que realmente él sea el verdadero culpable (dios mío que desasosiego me generan, es como si la silla tuviera chinchetas), el director se aleja tanto como puede del suspense para narrarnos algo totalmente distinto, y mucho más personal y autobiográfico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Nicholas Ray nos habla del cine y de la desonfianza. Bogart es un guionista venido a menos, con un carácter agrio y solitario, que es incapaz de sentirse cómodo en los moldes sociales. No entiende la corrección, no entiende la adulación... Tiene talento, pero hace tiempo que lo ha perdido en su enfrentamiento con el resto del mundo. Sus únicas virtudes, su imaginación y su agrio humor, que lo hacen ser un buen guionista, son las que le traen problemas precisamente en el mundo real. Pero Bogart sólo necesita un motivo, una chispa, para renacer de sus cenizas. Y esa es Gloria Grahame, en su papel de vecina divorciada y testigo casual del momento en que la joven (próximamente asesinada) sale de la casa de Bogart sin ningún daño. Ella es la musa. A partir del momento en que se conocen, Bogart se enamora totalmente de Grahame, que hace un papel de femme fatale espléndido en el primer tercio de la película. Pero la sospecha de asesinato, y el carácter extraño de Bogart harán que ésta relación no sea tan plácida como ambos querrían.
El film puede mirarse desde muchos puntos de vista, analizarse desde la perspectiva cinéfila, de las relaciones de pareja, de la violencia, etc... Lo que es seguro es que el director Nicholas Ray puso mucho de sí mismo, para narrarnos la incapacidad para amar, para confiar, y para ser felices que tenemos. Y también para retratar de una forma bastante acertada que la gente del cine tiene un carácter a veces muy difícil pero siempre especial.
Quizá uno de los peros que le puedo encontrar a este film, y a tantos otros de la época, es que siempre que aparece la Chica, son mujeres interesantes, duras, que no ceden a los piropos fáciles ni a los ligones cualesquiera. Mujeres que han vivido y que no buscan a los hombres, si no que son los hombres quienes las buscan a ellas. Pero, amigos, después del primer beso, Gloria Grahame se vuelve un corderito, una mujer entregada, una perfecta housewife.
En todo caso el mérito de la película es incuestionable como obra “en el margen” del mainstream del Hollywood de la época. Tiene mérito por unos diálogos y unos personajes apasionantes, tiene mérito por trascender el suspense y el melodrama y acercarse a un cine de autor, con toques de cine negro, pero sobretodo con una visión muy personal y para nada complaciente ni con sí misma ni con el espectador.
El film puede mirarse desde muchos puntos de vista, analizarse desde la perspectiva cinéfila, de las relaciones de pareja, de la violencia, etc... Lo que es seguro es que el director Nicholas Ray puso mucho de sí mismo, para narrarnos la incapacidad para amar, para confiar, y para ser felices que tenemos. Y también para retratar de una forma bastante acertada que la gente del cine tiene un carácter a veces muy difícil pero siempre especial.
Quizá uno de los peros que le puedo encontrar a este film, y a tantos otros de la época, es que siempre que aparece la Chica, son mujeres interesantes, duras, que no ceden a los piropos fáciles ni a los ligones cualesquiera. Mujeres que han vivido y que no buscan a los hombres, si no que son los hombres quienes las buscan a ellas. Pero, amigos, después del primer beso, Gloria Grahame se vuelve un corderito, una mujer entregada, una perfecta housewife.
En todo caso el mérito de la película es incuestionable como obra “en el margen” del mainstream del Hollywood de la época. Tiene mérito por unos diálogos y unos personajes apasionantes, tiene mérito por trascender el suspense y el melodrama y acercarse a un cine de autor, con toques de cine negro, pero sobretodo con una visión muy personal y para nada complaciente ni con sí misma ni con el espectador.