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Andorra Andorra · Escaldes-Engordany
Voto de Gecko:
8
Western En Texas, dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana, King Schultz (Christoph Waltz), un cazarrecompensas alemán que sigue la pista a unos asesinos para cobrar por sus cabezas, le promete al esclavo negro Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Él acepta, pues luego quiere ir a buscar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), esclava en una plantación del terrateniente Calvin Candie (Leonardo DiCaprio). (FILMAFFINITY) [+]
5 de septiembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los amantes del cine de Quentin Tarantino hacía más de un año que esperábamos su nueva película. El pasado viernes 18 de enero, por fin, pudimos disfrutar de su nueva obra maestra: Django Unchained. El director de Knoxville (Tennessee) no destaca por su amplia producción, pero sí por su calidad. Seguramente por este motivo sus creaciones son aún más esperadas. Tal acontecimiento no merecía otra cosa que una sala casi llena.

La trama se sitúa en uno de los momentos más oscuros de la historia de Estados Unidos, donde durante más de dos siglos de esclavitud, los negros sufrieron el maltrato del pueblo americano. Según el propio director, la película “es una invitación a contemplar el hecho histórico más vergonzoso de la historia de nuestro país, es el equivalente americano del Holocausto”. Las escenas de Tarantino siempre son tildadas de demasiado explícitas y violentas, pero seguro que en esta ocasión la realidad superó la ficción.

El argumento gira en torno a la historia de un esclavo, Django (Jamie Foxx), que se ve liberado por un dentista y caza recompensas llamado Dr. King Schultz (Christoph Waltz), el cual necesita su colaboración para capturar los hermanos Brittle, tres asesinos sin ningún tipo de escrúpulos. De esta relación nace una importante amistad entre estos dos personajes, reforzada sobre todo por la hasta ahora desconocida faceta de Django de terminar de una manera muy eficaz con todo tipo de criminales entusiasmados con el maltrato y el abuso. Ambos llegan a un acuerdo, y se ofrecen cooperación mutua: el Dr. Schultz ayudará a Django a encontrar a su esposa si éste le ayuda a capturar delincuentes. Juntos viajarán y matarán, reirán y volverán a matar… Este periplo llevará a esta pareja ante Calvin Candie (Leonardo Di Caprio), propietario de una plantación y multitud de esclavos, entre los que se encuentra Broomhilda (Kerry Washington), la amada de Django. En medio de esta situación encontraremos también a Stephen (Samuel L. Jackson), fiel esclavo, el cual tendrá un papel clave en el desenlace de la trama.

Siempre bajo la influencia del cine de Kung Fu y los Spaghetti Westerns, las películas de Tarantino son constantemente un homenaje a estos dos géneros. Esta mezcla de métodos y de toques personales han creado un estilo propio y único, aunque a veces acusado de imitar escenas de otras películas. Pero la realidad es que consigue dotarlas de una personalidad inherente y excepcional. Con Django Unchained, Quentin Tarantino cumple el sueño de producir un Western como los que veía constantemente en el vídeo club donde trabajaba. Se trata de una ofrenda al cine de Sergio Leone, una consideración al abrasador sol de Almería. Pero existen algunas diferencias respecto a sus anteriores películas. Notamos a un director mucho más maduro, mucho más atento a la composición y desarrollo de sus planos de cámara. Puede que sus 50 años de edad encuentren en él una limitación en su versión más intuitiva, y se centre más en la estructura pictórica. Aún así el resultado sigue siendo sencillamente genial.

Quentin Tarantino lleva dos décadas teniendo que dar explicaciones sobre la violencia en sus películas. No estamos ante una excepción. Como siempre, muchos litros de sangre, pero sólo un genio como él es capaz de hacernos reír ante una atrocidad. También ha sido acusado de racista en numerosas ocasiones argumentando que en sus producciones aparecen en gran número palabras como negro, negrata, etcétera. Sus dos últimos filmes desmontan esta teoría: “Inglorious Basterds” es un intento de girar la historia y dar una lección a aquellos malditos nazis, y Django Unchained su equivalente yanki. Esta motivación de volver a interpretar hechos históricos desde el punto de vista de las víctimas desmontan todas estas conjeturas.

En definitiva, quien vaya a Ver Django Unchained verá un Spaghetti Western contemporáneo, pero también verá una película de acción, de amor y de comedia. Unos actores de primera categoría que rozan la excelencia y que en pocas ocasiones han estado a la altura de este trabajo. Y como siempre en las películas de Tarantino, contemplaremos unos personajes rodeados de unos diálogos perfectos, capaces de hacernos olvidar que estamos en una sala de cine para adentrarnos en su mundo. Tarantino es eso, genio y locura, talento y desconcierto.

Y un apunte final, recuerden, la D de Django es muda…
Gecko
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