Nos encontramos ante un inocente experimento que cumple con su misión. El fondo de la película está muy claro y por obvio que parezca su planteamiento la forma es muy original. Por lo demás vista la primera hora visto todo. La premisa dura con dignidad como mucho la primera mitad y una vez llegado a este momento las señales que auguraban un próximo aburrimiento se hacen reales. Termina haciéndose muy larga y salvo el guión que sorprende en los primeros compases la cinta no destaca por nada, música mediocre, fotografía mediocre, actuaciones muy normalitas… Es un ejemplo más de esa difícil mezcla entre ciencia ficción y comedia que aún no se ha demostrado que pueda llegar a buen puerto sin chirriar. Sólo se puede recomendar para aquellos muy fanáticos del cine soviético que ya se han visto todas las buenas.