Hay dos formas de enfrentarse a Planet Terror, o te la tomas a risa o te la tomas en serio. Hagas lo que hagas la película no deja de ser una castaña de campeonato. Parece que el simple hecho de que digan que es un homenaje, o que esté dirigida por Robert Rodriguez y salgan Bruce Willis y compañía ya la hace mejor, y no. No deja de ser una parida de las que hacen época, al mismo nivel que el cine que trata de homenajear.
La historia es un delirio absoluto sobre unos zombies que lo invaden todo, con diálogos de derribo y situaciones de risa. Pero pese a todo el que mueve la cámara es Robert Rodriguez, y eso significa ritmo, acción trepidante, y teniendo en cuenta el material de partida, desmadre asegurado. Cada secuencia es más salvaje y guarra que la anterior, y también más divertida. Al final me quedo a medio camino entre lo lamentable de una historia patética escrita por un analfabeto (aunque en realidad todo esto es deliberado, con lo cual estoy seguro de que son tíos muy listos), y la diversión de ver tanta casquería de lujo a un ritmo imparable.
Creo que no recomendaría la película a nadie, salvo a ya iniciados, tampoco entiendo los 8 y 10 que algunos le dan, pero aun así me hizo pasar un rato asquerosamente entretenido.