Segun coincide la mayoría de la crítica, la carrera de Sofía Coppola está claramente influencia por su propia vida como hija de uno de los más grandes y poderosos cineastas de los últimos cuarenta años. El hecho de haber sido una niña de papá que se ha críado en los mejores ambientes y que lo ha tenido todo sin demasiado esfuerzo parece que es algo que le ha marcado a la hora de dirigir cine. Pero esta vida de lujo también tiene su lado negativo, y la soledad a la que se ha visto sometida en su espléndida burbuja de cristal está presente de forma crucial en todas y cada una de sus películas.
La hermanas de Las virgenes suicidas, los dos desconocidos de Lost in translation, y la mismisima reina de Maria Antonieta tienen muchas más cosas en común de las que puedan parecer a primera vista, entre ellos y con la propia directora. A este grupo viene a sumarse un cuarto miembro, el actor Johnny Marco que protagoniza la última película de Sofía Coppola, Somewhere. Y es, tal vez, este último el más cercano en todos los sentidos a la propia directora, que conoce de primera mano todas las circunstancias que rodean el vacío, la soledad, y hasta el absurdo de alguien que vive en ese mundo.
La historia de Somewhere es bien sencilla. Johnny Marco es una estrella de Hollywood con todo lo que eso conlleva; viajes, lujo, dinero y chicas. El problema es cuando, como en el caso de Johnny, eso es lo único que tiene en su vida. Vive en el lujoso hotel Chateau Marmont, y cuando llega cada día a su habitación despues de haber participado en absurdas ruedas de prensa, haber realizado inenarrables viajes de promoción, o después de acudir a fiestas de todo tipo, lo que tiene es el vacio absoluto. Ese vacío trata de llenarlo con mediocres relaciones sexuales o con stripers de medio pelo, pero nada de ello le sirve para sentir algo parecido a la felicidad. Solo cuando se ve obligado a compartir unos días con su hija de once años, Johnny Marco disfruta de esos pequeños placeres que proporciona la compañía de un ser querido, alguien a quien realmente importa y que no quiere de él nada más que cariño.
Somewhere es una película que apenas tiene un conflicto dramático que contar. Se limita a mostrar como es el día a día en la vida del protagonista, y lo hace recreándose, hasta la exasperación a veces, en la soledad y en la apatía con que el protagonista vive su vida.