Rob Marshall debutó en el cine con aquella brillante y lujosa colección de lentejuelas que fue el musical Chicago. Arrasó en taquilla y se llevo seis Oscar entre ellos el de mejor película del año. Así que tras el relativo fracaso de la adaptación de la novela Memorias de una geisha, vuelve al género que mayores satisfacciones profesionales le ha dado. Y lo hace con la adaptación al cine del musical Nine, que en diferentes épocas y con diferentes rostros, uno de ellos el de Antonio Banderas, ha triunfado en Broadway.
Nine es un musical inspirado en la película 8 y ½ de Federico Fellini y habla de la crisis existencial y creativa de un director de cine abrumado por su entorno. Las mujeres que le rodean, su equipo de trabajo, sus fantasmas y sobre todo una alarmante falta de ideas tienen al director Guido Contini sumido en un bucle cada vez más negro del que le resulta imposible salir.
La película tiene un trasfondo oscuro y pesimista, pero Rob Marshall lo envuelve todo de luz, a veces demasiada, y una ironía que hacen de Nine una experiencia entretenida, inmediata y eficaz, aunque al final no quede en la memoria a excepción de un par de números musicales y de la presencia de una actriz sublime como es Marion Cotillard.
Nine la protagoniza un Daniel Day Lewis que nunca termina de explotar las posibilidades y que se ve ensombrecido por un elenco femenino que se lleva los mejores momentos de la película. El personaje de Guido Contini, que es el que nos debería guiar en este viaje acaba resultando el más cargante y ni siquiera los números musicales que protagoniza dejan huella. Son las mujeres que le rodean las que, alternativamente, irán dando vida y energía a una película que hay veces que languidece más de la cuenta. Judi Dench, Penelope Cruz, Marion Cotillard y en menor medida Kate Hudson, Nicole Kidman, Sofia Loren y la cantante Fergie (que protagoniza el vibrante número musical Be italian) se van pasando el testigo del lucimiento y mantienen el nivel y el interés de una historia que flaquea precisamente en su personaje más importante. Las tres primeras actrices tienen los personajes más elaborados y los mejores diálogos, alcanzando en el caso de la actriz francesa cotas de emoción y elegancia muy por encima de las del resto de la película. Ella consigue hacer de la engañada esposa del protagonista el personaje más complejo e interesante gracias a su fascinante trabajo.
Por lo demás Rob Marshall hace una película vistosa y notable en más de un momento pero vuelve a dejar pasar la ocasión de profundizar un poco más en los temas que trata, mientras que se vuelve a dejar llevar por una brillantez un tanto superficial que huele ya a marca de frábrica.