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Voto de TOM REGAN:
7
7,4
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Drama
Basado en un suceso real acaecido en la región sureña de Chillán en 1960, relata la historia de un campesino analfabeto que, en estado de embiaguez, asesinó a la mujer con quien mantenía relaciones y a sus cinco hijas. Título completo: En cuanto a la infancia, andar, regeneración y muerte de Jorge del Carmen Valenzuela Torres, quien se hace llamar también José del Carmen Valenzuela Torres, Jorge Sandoval Espinoza, José Jorge Castillo ... [+]
30 de septiembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
271/30(29/09/23) Crudo y sugestivo drama en formato docu-ficción, pero con sus taras ideológicas. Escrita y dirigida por Miguel Littín en su segundo trabajo (tras “Por la tierra ajena” de 1965), que con su éxito lanzó su carrera., este un realizador de izquierda (eso no es malo) que vuelca su ideología buenista en el film y esto es el gran defecto de la cinta, el querer hacer culpables a los demás de los desmanes de un asesino brutal (más adelante me extenderé más). La historia está basada en hechos reales, la película es la recreación de un impactante crimen, hito de la crónica roja o policial de Chile acaecido el 20 de agosto de mediados de la década de 1960 cuando Jorge del Carmen Valenzuela Torres (espléndido Nelson Villagra en el film) asesinó a su compañera Rosa Rivas (buena Shenda Roman en la peli) y a sus 5 hijos brutalmente, fue apresado por el múltiple crimen en la localidad de Nahueltoro (Coihueco), por la brutalidad del crimen cometido fue apodado El Chacal.
Reconstrucción seca y adusta de los hechos, en plan documental, con mucho de rodaje cámara en hombro, con mucha declaración a periodistas, donde en la primera mitad el propio psicópata relata en medio del bullicio fríamente los atroces asesinatos. Aunque antes nos relata su pasado marginal desde la infancia, ello en las ansias de Littín de justificar de algún modo su salvajada, criticando la incultura y el analfabetismo. Para en la segunda parte pasar al tramo carcelario, donde el protagonista paradójicamente sufre una transformación a bien por las atenciones presidiarias. Sobresaliendo el vigoroso realismo que transpira la narración merced a su formidable cinematografía en glorioso b/n de Héctor Ríos, creando una sensación desabrida, hosca, mugrienta, retratando los agrestes parajes cuasi como un purgatorio donde muere la esperanza. Destacando en la realización la escena desgarradora de los asesinatos sin sentido, un akelarre ebrio donde el chacal se mueve cual zombi, sin mostrar dolor alguno en sus actos, colocándonos la cámara en su posición, como mata a la mujer con un palo y posteriormente a los cuatro niños que miran impasibles sin saber lo que les espera, siendo ya el zenit cuando tras sus cuatro crímenes se acuesta a dormir la borrachera en el campo, despierta y oye llorar a un bebe, encuentra el canasto y vemos su zarpa pisar sin sentimiento alguno al bebe para aplastarlo, para luego comenzar un ritual extraño con unas piedras que coloca en los cuerpos (esto no se explica). La brutalidad en su clímax en medio del día, en medio de la nada del campo, con tomas generales que parecen ser el ojo de Dios, u otras subjetivas que nos ponen en posición del vil protagonista, filmándose en las localizaciones reales en las que ocurrieron los hechos (el lugar del crimen, la celda, Cachapoal, etc.), y todos los textos que se escuchan son oficiales, entre ellos, el expediente de la causa judicial y entrevistas de prensa al asesino múltiple. Película que rezuma austeridad de medios, pero ello repercute en la impresión de realidad despiadada.
Tiene un arranque intrigante en como vemos entre el campo un camino por el que vemos a lo lejos la figura de un niño. Para a continuación sumergirnos en una especie de reportaje rebosante de autenticidad, dividido en varios capítulos, que discurren de forma fluida, atrapándote en sus malsanas redes. Con la confesión del Chacal, comenzando alternancias entre cortes del flash-back de lo que nos llevará a la salvajada y el presente, con el tipo acorralado y esposado en que lo oímos hablar asentimentalmente, notándose su ignorancia, su analfabetismo, así como su falta de sentimientos de culpa.
José es un ser cuasi salvaje, lacónico, un deshecho humano sin empatía alguna por los demás. Nelson Villagra lo interpreta de modo formidable, con una naturalidad y autenticidad que nos hace dudar si no son imágenes de archivo, su rostro y modo de hablar, su modo de moverse, su lenguaje gestual parco, magnífico; Es una cinta donde los secundarios apenas tienen peso dramático.
Tras el crimen con infanticidio múltiple, vemos como transportan en modo rústico los cuerpos en mulos: Dando comienzo el cerco al asesino, donde oímos en off sus métodos. Hasta que dan con él en un sarao mientras baila alegremente. Comenzando entonces lo que da sentido al ideario del director, ya había dejado migas de pan en modo mostrar las raíces del chacal como modo de encontrar justificación a su mentalidad psicopática. Pero en esta parte en la que entra en prisión todo se acusa más. Pues entonces por mor del trato carcelario resulta que el chacal cambia de imagen lo adecentan afeitándolo, cortándole el pelo y dándole ropas limpias, y adquiere cierta cultura (por medio de clases a presos), amén de aprender a trabajar (lo vemos haciendo guitarras y cestos para botellones). Lo vemos socializar con presos, jugar al futbol con ellos. Nos quieren hacer empatizar con el chacal, pero yo no lo compro, ha matado a cinco seres inocentes tres niños y a un bebe entre ellos, nada de lo que haga me hará crear conexión emocional con este canalla. Este modo de querer comprender al criminal que ha segado vidas por su analfabetismo, alcoholismo, incultura me resulta de un buenismo vomitivo. Me quieren hacer ver que una ejecución a una bestia está a ala altura de los seis asesinatos cometidos? Puaj! No estoy a favor de la pena de muerte, pero si había que aplicarla alguna vez a este salvaje está justificado. No siento lástima por él, encima Littín es un manipulador artero en su función, maquiavélica (*spoiler).
Reconstrucción seca y adusta de los hechos, en plan documental, con mucho de rodaje cámara en hombro, con mucha declaración a periodistas, donde en la primera mitad el propio psicópata relata en medio del bullicio fríamente los atroces asesinatos. Aunque antes nos relata su pasado marginal desde la infancia, ello en las ansias de Littín de justificar de algún modo su salvajada, criticando la incultura y el analfabetismo. Para en la segunda parte pasar al tramo carcelario, donde el protagonista paradójicamente sufre una transformación a bien por las atenciones presidiarias. Sobresaliendo el vigoroso realismo que transpira la narración merced a su formidable cinematografía en glorioso b/n de Héctor Ríos, creando una sensación desabrida, hosca, mugrienta, retratando los agrestes parajes cuasi como un purgatorio donde muere la esperanza. Destacando en la realización la escena desgarradora de los asesinatos sin sentido, un akelarre ebrio donde el chacal se mueve cual zombi, sin mostrar dolor alguno en sus actos, colocándonos la cámara en su posición, como mata a la mujer con un palo y posteriormente a los cuatro niños que miran impasibles sin saber lo que les espera, siendo ya el zenit cuando tras sus cuatro crímenes se acuesta a dormir la borrachera en el campo, despierta y oye llorar a un bebe, encuentra el canasto y vemos su zarpa pisar sin sentimiento alguno al bebe para aplastarlo, para luego comenzar un ritual extraño con unas piedras que coloca en los cuerpos (esto no se explica). La brutalidad en su clímax en medio del día, en medio de la nada del campo, con tomas generales que parecen ser el ojo de Dios, u otras subjetivas que nos ponen en posición del vil protagonista, filmándose en las localizaciones reales en las que ocurrieron los hechos (el lugar del crimen, la celda, Cachapoal, etc.), y todos los textos que se escuchan son oficiales, entre ellos, el expediente de la causa judicial y entrevistas de prensa al asesino múltiple. Película que rezuma austeridad de medios, pero ello repercute en la impresión de realidad despiadada.
Tiene un arranque intrigante en como vemos entre el campo un camino por el que vemos a lo lejos la figura de un niño. Para a continuación sumergirnos en una especie de reportaje rebosante de autenticidad, dividido en varios capítulos, que discurren de forma fluida, atrapándote en sus malsanas redes. Con la confesión del Chacal, comenzando alternancias entre cortes del flash-back de lo que nos llevará a la salvajada y el presente, con el tipo acorralado y esposado en que lo oímos hablar asentimentalmente, notándose su ignorancia, su analfabetismo, así como su falta de sentimientos de culpa.
José es un ser cuasi salvaje, lacónico, un deshecho humano sin empatía alguna por los demás. Nelson Villagra lo interpreta de modo formidable, con una naturalidad y autenticidad que nos hace dudar si no son imágenes de archivo, su rostro y modo de hablar, su modo de moverse, su lenguaje gestual parco, magnífico; Es una cinta donde los secundarios apenas tienen peso dramático.
Tras el crimen con infanticidio múltiple, vemos como transportan en modo rústico los cuerpos en mulos: Dando comienzo el cerco al asesino, donde oímos en off sus métodos. Hasta que dan con él en un sarao mientras baila alegremente. Comenzando entonces lo que da sentido al ideario del director, ya había dejado migas de pan en modo mostrar las raíces del chacal como modo de encontrar justificación a su mentalidad psicopática. Pero en esta parte en la que entra en prisión todo se acusa más. Pues entonces por mor del trato carcelario resulta que el chacal cambia de imagen lo adecentan afeitándolo, cortándole el pelo y dándole ropas limpias, y adquiere cierta cultura (por medio de clases a presos), amén de aprender a trabajar (lo vemos haciendo guitarras y cestos para botellones). Lo vemos socializar con presos, jugar al futbol con ellos. Nos quieren hacer empatizar con el chacal, pero yo no lo compro, ha matado a cinco seres inocentes tres niños y a un bebe entre ellos, nada de lo que haga me hará crear conexión emocional con este canalla. Este modo de querer comprender al criminal que ha segado vidas por su analfabetismo, alcoholismo, incultura me resulta de un buenismo vomitivo. Me quieren hacer ver que una ejecución a una bestia está a ala altura de los seis asesinatos cometidos? Puaj! No estoy a favor de la pena de muerte, pero si había que aplicarla alguna vez a este salvaje está justificado. No siento lástima por él, encima Littín es un manipulador artero en su función, maquiavélica (*spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En la última parte se convierte la cinta en un alegato contra la pena de muerte, pues el chacal ha sido condenado a ser fusilado. Asistimos a entrevistas con él para hacernos ver su cambio con respecto al que vimos al inicio, para que sintamos lástima por él, ahora dice estar arrepentido. Meten en el saco a la Iglesia, vista en connivencia con las autoridades, ‘cómplices’ de la condena es vista, todo muy de izquierdas atacar al cristianismo. Asistimos a los rituales del pelotón de fusilamiento, los ensayos, entrevistan al capitán que los dirigirá.
Es una visión torticera de la sociedad, donde las personas como individuos no tiene la culpa de nada, es todo producto del estado que no ha puesto remedio. El sistema ha empujado al chacal a sus desmanes asesinos, venga ya! Eso de despojar de responsabilidad las acciones para que sean fruto de un psicoanálisis por el que justificarlas me es asqueroso. Habría que justificar a Hitler por su pasado, a Stalin, a Charles Manson?
No hay que olvidar que Littín ya mete una escena para hacer paralelismos entre los asesinatos y el crimen de estado. Esto al inicio cuando vemos en primer plano a una mujer gritar, podemos pensar que el chacal la va a matar, pero no. Es porque unos militares saquean su cabaña. Con ello quieren igualar luego la violencia del Gobierno con la que luego se producirá y esto me chirría.
Spoiler:
*Mientras en los cinco asesinatos no vemos en primer plano como el chacal los comete, se sugieren, pero no se ven, la ejecución si la vemos y esto no me gusta. Intentan ridiculizarla mostrando el ritual del pelotón de ejecución, todos con tenis blancos, recogiendo los rifles alineados con su munición, como desfilan en una coreografía chistosa hacia el punto de tiro y como posteriormente marchan.
Es una película que me despierta contradicciones, pues por un lado tenemos una película muy sólida narrativamente. Y por otro está su vertiente ideológica con la que no comulgo. Aun así, es recomendable como enfoque que tiene una parte de la sociedad sobre la delincuencia. Gloria Ucrania!!!
Es una visión torticera de la sociedad, donde las personas como individuos no tiene la culpa de nada, es todo producto del estado que no ha puesto remedio. El sistema ha empujado al chacal a sus desmanes asesinos, venga ya! Eso de despojar de responsabilidad las acciones para que sean fruto de un psicoanálisis por el que justificarlas me es asqueroso. Habría que justificar a Hitler por su pasado, a Stalin, a Charles Manson?
No hay que olvidar que Littín ya mete una escena para hacer paralelismos entre los asesinatos y el crimen de estado. Esto al inicio cuando vemos en primer plano a una mujer gritar, podemos pensar que el chacal la va a matar, pero no. Es porque unos militares saquean su cabaña. Con ello quieren igualar luego la violencia del Gobierno con la que luego se producirá y esto me chirría.
Spoiler:
*Mientras en los cinco asesinatos no vemos en primer plano como el chacal los comete, se sugieren, pero no se ven, la ejecución si la vemos y esto no me gusta. Intentan ridiculizarla mostrando el ritual del pelotón de ejecución, todos con tenis blancos, recogiendo los rifles alineados con su munición, como desfilan en una coreografía chistosa hacia el punto de tiro y como posteriormente marchan.
Es una película que me despierta contradicciones, pues por un lado tenemos una película muy sólida narrativamente. Y por otro está su vertiente ideológica con la que no comulgo. Aun así, es recomendable como enfoque que tiene una parte de la sociedad sobre la delincuencia. Gloria Ucrania!!!