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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Drama Narra la historia real de Louis Zamperini, un joven que, tras participar en los Juegos Olímpicos de 1936, se alistó en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos para luchar en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Cuando el bombardero en el que combatía se estrelló en medio del Pacífico, navegó a la deriva hasta que fue capturado por los japoneses. (FILMAFFINITY)
16 de marzo de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
39/15(23/02/15) Fallido drama bélico realizado por Angelina Jolie, en lo que es su segunda dirección, film que prometía por los elementos que la sostenían, historia sobre el papel atractiva de superación personal basada en hechos reales, guión de los hermanos Coen junto a Richard LaGravanese (“Los puentes de Madison”), basado en el libro ‘Unbroken: A WorldWarr II Story of Survival, Resilience, and Redemption’ (2010), de Laura Hillebrand, fotografía del siempre excelente Roger Deakins, con la música del maestro galo Alexander Desplat, pero la forma de enfocarla ha sido errónea, desarrollando el relato de modo plano, en un increscendo dramático-redundante, en el que te sientes montado en un bucle de sadismo, donde en la evolución te sientes en un y más y más sin ir a lado alguno, tampoco ayuda una construcción de personajes simplista. Y eso que no empieza mal, lo hace de forma sugestiva, con potente arranque visual, con buen manejo de los tiempos, con escena de acción notable, con un gran tramo en el mar, y justo cuando llega el meollo de la historia va y se atranca, se queda varada en medio de la nada, en un laberinto de humillaciones y vejaciones de las que no sale, lo peor es que no sientes que te haga reflexionar sobre nada, pues todo te lo presenta muy lineal, moviéndose en base a tópicos, de clichés, quedándome como una especie de mejunje entre “El puente sobre el Rio Kwai”, “Carros de fuego” y sobre todo “Feliz Navidad, Mr. Lawrence”, no sabiendo Jolie hacernos sensibilizarnos con su aquelarre de escenas de vejaciones. Omito sinopsis por falta de espacio.

El film contiene a priori muchos alicientes, una epopeya de supervivencia enmarcada en la WWII, y las esperanzas al inicio se ven satisfechas con un vibrante arranque, mezclando con pericia la vida del protagonista en la aviación militar sirviendo en un B-24 con base en la isla del Pacífico Nauru, con flash-backs de su infancia problemática en California y como llegó a ser atleta olímpico en Berlín ’36 (aunque omitiendo extrañamente el saludo de Hitler a él), llegamos al tramo del naufragio, tratado de modo fascinante, nos llega la angustia vital, aunque se puede sentir un poco empujado por mensajes moralistas-religiosas demasiado remarcados, pero visualmente y con un aura muy bello, son unos 45 minutos de intensidad, que dejan un buen sabor de boca, y que pueden augurar que en próximos proyectos la directora pueda hacer algo sólido, pero lo malo es que aquí a este bloque estupendo, le sigue el gran bloque, del que todos esperamos la fortaleza de la cinta, y justo en el momento clave la realizadora se pierde en una espiral sadista de la que no sabe salir, la oscuridad que quiere mostrarnos se torna en producir frialdad hacia lo que vemos, me extraña que los prestigiosos guionistas hayan parido este tramo tan atrancado, falto de ideas, de giros, de evolución de personajes. Estas taras convierten que sus temas tratados se queden algo desdibujados, aborda la tenacidad, la redención, la fortaleza mental o la superación personal. Jolie lo porfía en este tramo todo al duelo entre el preso Loui y el tiránico Watanabe, quedando muy confuso las motivaciones de uno y otro, uno no se sabe por qué ese aguante, no vemos su motor de resistencia, y al otro no se entiende por qué su obsesión de ira vejatoria contra el prisionero, a no ser que recurramos a “Feliz Navidad, Mr. Lawrence”, y creamos que “El Pájaro” está enamorado de Zamperini, en realidad este personaje queda muy caricaturesco y estereotipado, sin alma, derivando al final su enfrentamiento en algo naif, vacío de contenido, me queda muy forzada y artificiosa su relación, los ves juntos y solo piensas a ver que tortura le espera, no hay emoción, no hay matices.

Este tramo de preso en que quiere exhibirnos su valentía y ansias de vivir se vuelve de repetido en aburrido, se estira sin proponer algo nuevo, teniendo su gran pecado en que no logra emocionar. Los diálogos están poco trabajados, moviéndose más entre silencios, y comunicando más a través de miradas y el lenguaje corporal y gestual. Tampoco nos llega el espíritu de camaradería entre los presos, ni ansias de rebelarse contra sus cruentos mandos, son especie de figuras que soportan estoicamente sus flagelos, tampoco ayuda una representación tan manierista entre los buenos e inquebrantables presos americanos y los malos horribles japoneses, no existe ápice de humanización o tridimensionalidad de los personajes, acudiendo a mantras de libro de autoayuda como leit-motive de la historia < Si puedes soportarlo, puedes lograrlo> o < Un momento de dolor vale toda una vida de gloria>, esta última frase en el libro de Hillenbrand, es al revés ("Toda una vida de gloria vale un momento de dolor").

Es un film de resonancias católicas, intenta explorar los límites y resistencia del ser humano, con un protagonista con claras resonancias elegiaco-religioso emparejándolo (oh, blasfemia!) con el padecimiento de Cristo, con su martirio, sufrimiento, dolor, tortura, agonía, y todo personificado en la imagen (no puede ser spoiler, está en el cartel) de Loui sosteniendo un madero horizontal sobre sus hombros, con claras connotaciones a la crucifixión.Nos hace ver que Zamperini encuentra su resistencia en Dios, lo vemos rezando y pidiendo que si sale vivo de su calvario dedicará su vida a Dios.

Jack O´Connell se queda escaso en su rol de protagonista, me queda blandito, sin fuerza, lo encuentro perdido, intentando transmitir lo que no sabe, errático, siempre con cara de embobao. Su némesis Miyavi (debut como actor del cantante japonés), el villano Watanabe queda en un esbozo sin alma, sin hondura, sin matices, muy plano, me parece quiere copiar a su compatriota RyuchiSakamoto de “Feliz Navidad, Mr. Lawrence” y se queda en algo difuso. El resto de secundarios son meros adornos sin potencial alguno, otra de las taras del film, la dejadez en este aspecto, empezando por un Domnall Gleeson meramente punteado. (continua en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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