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Voto de TOM REGAN:
8
7,1
39 423
Thriller. Drama
Susan Morrow (Amy Adams) es una galerista afincada en Los Ángeles que comparte una vida llena de lujos, aunque vacía, con Hutton Morrow (Armie Hammer), su segundo marido. Un día Susan recibe una novela escrita por su exmarido Edward Sheffield (Jake Gyllenhaal), del que lleva años sin tener noticias. En una nota le pide que lea la novela inédita y que se ponga en contacto con él, pues se quedará unos días en la ciudad. Es de noche. ... [+]
11 de marzo de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
22/22(30/01/17) Absorbente y cautivador film esta segunda obra de Tom Ford (ex director creativo de Gucci e Yves Saint Laurent), dura, cruda, áspera, pero ante todo magnética y turbadora, el guión del propio director adapta el best-seller “Tony and Susan” (1993, traducido en España como “Tres noches”) de Austin Wright, edificando un entramado de subhistorias que no te dejaran indiferente, mezclando con ingenio realidad y ficción, en varios niveles que en una subyugante miscelánea se retroalimentan, en lo que es una penetrante narración de metaficción, en lo que es una incisiva reflexión sobre el proceso creativo, sobre el amor verdadero, sobre la superficialidad de las riquezas, sobre la venganza, sobre el dolor, ello en marco de emociones desatadas, con notorias reminiscencias al cine de David Lynch. Se convierte el metraje en un rompecabezas de sentimientos encontrados, donde lo imprevisible es la nota predominante, llegando a sentirnos como Susan con el libro atrapados en sus malsanas y pesadillescas redes.
Una obra envuelta en una profunda melancolía que se te mete en la piel gradualmente, una singular odisea existencial por la que transitarán meta-textualmente las ocasiones perdidas, los fantasmas del pasado, la frustración, el sacrificio, el amor puro, el desamor, la traición, los recuerdos, el sentido de la culpa, la venganza, todo colocado sobre una telaraña donde se dan cita el presente, la ficción y el pasado, realizando un ejercicio (del que sale victorioso) de malabarista visual al ir mezclando personajes de unos niveles en otros. Todo esto ayudado por una labor estética muy marcada (apabullante) que nos hablan de un realizador intuitivo y con enormes dotes para la comunicación cognitiva. Recurriendo al sentido alegórico-visual, una historia que nos habla de cómo la integridad personal está reñida con la ambición y la codicia, que la nobleza puede estar asociada (retorcidamente) a la debilidad, que el soñar nos hace frágiles y volubles, que es mejor ser práctico.
Un relato que deconstruye con bisturí envenenado el vacío de las clases altas, su huera pompa, su hipocresía, ataca el mundo de las falsas apariencias, el microcosmos (que tan bien conoce Tom Ford) de las modas y el (supuesto) arte, ausculta la soledad metafísica, arremete contra el fatuo universo de lujo y decadencia moral en que vive la protagonista, una sociedad instalada en lo vano, en lo plúmbeo, para ello es impresionante su brillante arranque de una perfomance, una danza de mujeres orondas desnudas danzando cuasi-hipnóticamente, al final vemos que todas estas mujeres están en una galería de arte, en las paredes proyectadas en pantallas y físicamente ellas tumbadas sobre mesas, mientras un grupo de snobs elegantes las observan con curiosidad. Todo ello no hace más que hacer lucir sus inseguridades y su ataraxia emocional, en un desarrollo en un increscendo dramático llevado de modo formidable, impregnado de de tensión e intensidad profunda, con personajes maravillosamente construidos, diálogos punzantes, con creación de situaciones que te remueven, con dosis de intriga que producen zozobra (la estremecedora escena del secuestro de Laura e India), de cómo el relato literario va socavando a la protagonista la va cercenando y angustiando por la empatía sentimental que establece con lo que lee, y a través de estas páginas el mundo de papel en el que vive se va colapsando, va quedando desnudo, el sentido de la culpa y remordimiento la oprime, todo enlazado trémulamente por los paralelismos entre lo que ocurre (brutal y salvajemente) en el libro físicamente y lo que ella ve que hizo emocionalmente a Edward, provocándole una pesadilla inquietante.
Thriller psicológico apasionante que se enredará en el subconsciente, con una estructura singular que bien parece un juego de matrioskas en donde una venganza es perpetrada sobre otro venganza (o no), obra compleja y revestida una ambigüedad que te imanta (spoiler). Entiendo que nos es una cinta para todos los paladares, pero si entras en ella te encontraras ante un metraje con múltiples sublecturas, un material vivo, de la que seguramente ganará en el tercer visionado (y no digo segundo, pues te nivel ya lo he superado), de las que te dejará pensando, atomizado esto por su final desconcertante y desolador, abierto a interpretaciones varias, y que incluso puede dar un sentido diferente a lo visto. El film juega con los géneros cual trilero, combinando drama, thriller, suspense, terror, policiaco, y todo enfocado de modo equilibrado, con mucho mimo por el detalle.
Hay dos escenarios diferenciados y contrapuestos: La realidad (subdividida entre presente y pasado), un microcosmos urbanita hueco, decadente, frívolo, burgués, donde la gente va vestida y peinada de modo vanguardista, aséptico, con decoración aparatosa, todo huele a artificioso y falso, como las relaciones entre los personajes; Y está el de la novela, un paisaje de western, sucio, mugriento, sudoroso, caluroso, feista, de amplios desiertos solitarios, sintiéndose este más real, más auténtico, las relaciones más viscerales e impulsivas, en definitiva, más humanas, sentimos la fragilidad de nuestra “civilización”, con lo que a cada situación impactante que sufre el protagonista más hiere (por la metáfora que el escritor ha dado) a la lectora protagonista por la sensación agria que le produce, pues creará una empatía con el dolor que indujo en su ex, induciéndole insatisfacción y desencanto.; Estas dos vertientes paralelas sirven para mostrarnos por un lado la burbuja hedonista en la que vive esta élite, aislados del mundo de la calle, esto en antagonismo con el relato novelesco enmarcado en la América profunda, donde se respira violencia primaria, lo que es un “guantazo” a esa fatua alta sociedad.
Una obra envuelta en una profunda melancolía que se te mete en la piel gradualmente, una singular odisea existencial por la que transitarán meta-textualmente las ocasiones perdidas, los fantasmas del pasado, la frustración, el sacrificio, el amor puro, el desamor, la traición, los recuerdos, el sentido de la culpa, la venganza, todo colocado sobre una telaraña donde se dan cita el presente, la ficción y el pasado, realizando un ejercicio (del que sale victorioso) de malabarista visual al ir mezclando personajes de unos niveles en otros. Todo esto ayudado por una labor estética muy marcada (apabullante) que nos hablan de un realizador intuitivo y con enormes dotes para la comunicación cognitiva. Recurriendo al sentido alegórico-visual, una historia que nos habla de cómo la integridad personal está reñida con la ambición y la codicia, que la nobleza puede estar asociada (retorcidamente) a la debilidad, que el soñar nos hace frágiles y volubles, que es mejor ser práctico.
Un relato que deconstruye con bisturí envenenado el vacío de las clases altas, su huera pompa, su hipocresía, ataca el mundo de las falsas apariencias, el microcosmos (que tan bien conoce Tom Ford) de las modas y el (supuesto) arte, ausculta la soledad metafísica, arremete contra el fatuo universo de lujo y decadencia moral en que vive la protagonista, una sociedad instalada en lo vano, en lo plúmbeo, para ello es impresionante su brillante arranque de una perfomance, una danza de mujeres orondas desnudas danzando cuasi-hipnóticamente, al final vemos que todas estas mujeres están en una galería de arte, en las paredes proyectadas en pantallas y físicamente ellas tumbadas sobre mesas, mientras un grupo de snobs elegantes las observan con curiosidad. Todo ello no hace más que hacer lucir sus inseguridades y su ataraxia emocional, en un desarrollo en un increscendo dramático llevado de modo formidable, impregnado de de tensión e intensidad profunda, con personajes maravillosamente construidos, diálogos punzantes, con creación de situaciones que te remueven, con dosis de intriga que producen zozobra (la estremecedora escena del secuestro de Laura e India), de cómo el relato literario va socavando a la protagonista la va cercenando y angustiando por la empatía sentimental que establece con lo que lee, y a través de estas páginas el mundo de papel en el que vive se va colapsando, va quedando desnudo, el sentido de la culpa y remordimiento la oprime, todo enlazado trémulamente por los paralelismos entre lo que ocurre (brutal y salvajemente) en el libro físicamente y lo que ella ve que hizo emocionalmente a Edward, provocándole una pesadilla inquietante.
Thriller psicológico apasionante que se enredará en el subconsciente, con una estructura singular que bien parece un juego de matrioskas en donde una venganza es perpetrada sobre otro venganza (o no), obra compleja y revestida una ambigüedad que te imanta (spoiler). Entiendo que nos es una cinta para todos los paladares, pero si entras en ella te encontraras ante un metraje con múltiples sublecturas, un material vivo, de la que seguramente ganará en el tercer visionado (y no digo segundo, pues te nivel ya lo he superado), de las que te dejará pensando, atomizado esto por su final desconcertante y desolador, abierto a interpretaciones varias, y que incluso puede dar un sentido diferente a lo visto. El film juega con los géneros cual trilero, combinando drama, thriller, suspense, terror, policiaco, y todo enfocado de modo equilibrado, con mucho mimo por el detalle.
Hay dos escenarios diferenciados y contrapuestos: La realidad (subdividida entre presente y pasado), un microcosmos urbanita hueco, decadente, frívolo, burgués, donde la gente va vestida y peinada de modo vanguardista, aséptico, con decoración aparatosa, todo huele a artificioso y falso, como las relaciones entre los personajes; Y está el de la novela, un paisaje de western, sucio, mugriento, sudoroso, caluroso, feista, de amplios desiertos solitarios, sintiéndose este más real, más auténtico, las relaciones más viscerales e impulsivas, en definitiva, más humanas, sentimos la fragilidad de nuestra “civilización”, con lo que a cada situación impactante que sufre el protagonista más hiere (por la metáfora que el escritor ha dado) a la lectora protagonista por la sensación agria que le produce, pues creará una empatía con el dolor que indujo en su ex, induciéndole insatisfacción y desencanto.; Estas dos vertientes paralelas sirven para mostrarnos por un lado la burbuja hedonista en la que vive esta élite, aislados del mundo de la calle, esto en antagonismo con el relato novelesco enmarcado en la América profunda, donde se respira violencia primaria, lo que es un “guantazo” a esa fatua alta sociedad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Como defecto cabe achacarle que en su reparto de tiempo dedica demasiado a la ficción del libro, cuando esta trama es lineal y solo una muleta para mostrar el dolor de Edward a Susan, se echa más en falta más introspección de ella en el pasado o en el presente. Susan es un personaje rico en matices y aristas del que se debiera haber dado más cancha con su complejidad intrínseca, las dudas e inseguridades en las que vive.
Amy Adams vuelve a demostrar que es una de las grandes actrices actuales, encarna con pasión a la infeliz Susan, la dota de fragilidad, de aristas, de tristeza, de soledad entre la multitud, brillante como sabe emitir toda una gama de emociones contenidas que te tocan la fibra. Jake Gyllenhaal en la complicada tarea de hacer un doble papel, y lo hace de modo sensible, imprimiendo angustia, ternura, dolor, desesperación, abatimiento, frustración, y al final ira, sublime interpretación cargada de estremecimiento. Michael Shannon impregna a su rol de texano de vigoroso carisma, con un lenguaje físico soberbio, emitiendo un fuerte carácter y una gran autosuficiencia, buenísimo. Laura Linney en una sola escena consigue dejar una huella gloriosa, dura, clasista, snob, y dejando una frase para el recuerdo “Todas acabamos convirtiéndonos en nuestras madres”. Aaron Taylor-Johnson deslumbra en su rol de sociópata, hace suya la maldad atávica del personaje, sobresaliente. Armie Hammer aprovecha su poca expresividad en un rol que lo que requiere es eso, gelidez y hieratismo. Michael Sheen en un pequeño papel se nota haber disfrutado con su extrovertido Carlos, el amigo gay (pero casado con una mujer) de Susan.
La puesta en escena es propia de un sibarita, una maravilla en la dualidad de ambientes contrastados, con un excelente diseño de producción de Shane Valentino (“Batman Begins”), rodándose en California (Los Ángeles y en el desierto Mojave), recreando con enorme gusto estético el mundo insustancial de Susan frente al sucio y polvoriento de la ficción, destacando el gran diseño de vestuario de Arianne Phillips (“Kingsman”), que aumenta la sensación frívola de esta élite snob, mezclando con tino estos diferentes niveles de historias, sobre todo gracias a la magnífica edición de Joan Sobel (“Kill Bill”), que crea comprensión para no crear confusión, haciendo brotar fluidas transiciones visuales, esto apoyado en la bidimensional fotografía de Seamus McGarvey (“Expiación”), dando desiguales patinados a los niveles (con lo que ayuda a distinguir), en el presente se da un patinado de cromatismos fríos, la ficción del libro en tonos rojos (el más presente simbolizando la pasión y la violencia), verdes y amarillentos macilentos, y la del pasado en un patinado más claro, de muchos blancos y suaves grises, con planos excelsamente cuidados en composiciones que provocan al espectador, jugando con los claroscuros, con la luz tenue, con electrizantes primeros planos ultraexpresivos, sacando lo mejor de las actuaciones. Y todo adornado por epicúrea música del polaco Abel Korzeniowski (“Penny Dreadful”), de los que estremece y conmueve en sus sonidos de melodías intrigantes y perturbadoras, con profusión de sonidos de cuerdas, con un tema principal que abre y cierra el film de modo estremecedor, con efluvios a la epicúrea que compuso John Barry para “Fuego en el cuerpo” (1981, la escucho mientras escribo), primero como se ajusta a los acompasados movimientos de las carnes de las orondas bailarinas, y al final apegándose al rostro compungido de Susan, espléndido.
Además de la evidente de la venganza de Edward a través del libro por lo que le hizo su esposa, para entendiera su dolor, hay otra que por falta de espacio no puede exponer, al que quiera saber de ella ir a leer más sobre el film, dirección abajo.
En conjunto una muy grata sorpresa, uno de los mejores y turbadores films de este año. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: http://tomregan.blogspot.com/2017/03/animales-nocturnos.html
Amy Adams vuelve a demostrar que es una de las grandes actrices actuales, encarna con pasión a la infeliz Susan, la dota de fragilidad, de aristas, de tristeza, de soledad entre la multitud, brillante como sabe emitir toda una gama de emociones contenidas que te tocan la fibra. Jake Gyllenhaal en la complicada tarea de hacer un doble papel, y lo hace de modo sensible, imprimiendo angustia, ternura, dolor, desesperación, abatimiento, frustración, y al final ira, sublime interpretación cargada de estremecimiento. Michael Shannon impregna a su rol de texano de vigoroso carisma, con un lenguaje físico soberbio, emitiendo un fuerte carácter y una gran autosuficiencia, buenísimo. Laura Linney en una sola escena consigue dejar una huella gloriosa, dura, clasista, snob, y dejando una frase para el recuerdo “Todas acabamos convirtiéndonos en nuestras madres”. Aaron Taylor-Johnson deslumbra en su rol de sociópata, hace suya la maldad atávica del personaje, sobresaliente. Armie Hammer aprovecha su poca expresividad en un rol que lo que requiere es eso, gelidez y hieratismo. Michael Sheen en un pequeño papel se nota haber disfrutado con su extrovertido Carlos, el amigo gay (pero casado con una mujer) de Susan.
La puesta en escena es propia de un sibarita, una maravilla en la dualidad de ambientes contrastados, con un excelente diseño de producción de Shane Valentino (“Batman Begins”), rodándose en California (Los Ángeles y en el desierto Mojave), recreando con enorme gusto estético el mundo insustancial de Susan frente al sucio y polvoriento de la ficción, destacando el gran diseño de vestuario de Arianne Phillips (“Kingsman”), que aumenta la sensación frívola de esta élite snob, mezclando con tino estos diferentes niveles de historias, sobre todo gracias a la magnífica edición de Joan Sobel (“Kill Bill”), que crea comprensión para no crear confusión, haciendo brotar fluidas transiciones visuales, esto apoyado en la bidimensional fotografía de Seamus McGarvey (“Expiación”), dando desiguales patinados a los niveles (con lo que ayuda a distinguir), en el presente se da un patinado de cromatismos fríos, la ficción del libro en tonos rojos (el más presente simbolizando la pasión y la violencia), verdes y amarillentos macilentos, y la del pasado en un patinado más claro, de muchos blancos y suaves grises, con planos excelsamente cuidados en composiciones que provocan al espectador, jugando con los claroscuros, con la luz tenue, con electrizantes primeros planos ultraexpresivos, sacando lo mejor de las actuaciones. Y todo adornado por epicúrea música del polaco Abel Korzeniowski (“Penny Dreadful”), de los que estremece y conmueve en sus sonidos de melodías intrigantes y perturbadoras, con profusión de sonidos de cuerdas, con un tema principal que abre y cierra el film de modo estremecedor, con efluvios a la epicúrea que compuso John Barry para “Fuego en el cuerpo” (1981, la escucho mientras escribo), primero como se ajusta a los acompasados movimientos de las carnes de las orondas bailarinas, y al final apegándose al rostro compungido de Susan, espléndido.
Además de la evidente de la venganza de Edward a través del libro por lo que le hizo su esposa, para entendiera su dolor, hay otra que por falta de espacio no puede exponer, al que quiera saber de ella ir a leer más sobre el film, dirección abajo.
En conjunto una muy grata sorpresa, uno de los mejores y turbadores films de este año. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: http://tomregan.blogspot.com/2017/03/animales-nocturnos.html