Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Comedia. Romance El brigada Carotenuto, después de dejar el cuerpo de los carabineros, regresa a Sorrento, su ciudad natal. A su llegada, es recibido por su hermano, don Matteo, párroco de la ciudadela, y por el cuerpo de guardias urbanos, cuyo mando asumirá. El problema surge cuando se entera de que no podrá vivir en su casa natal, porque está ocupada por una joven viuda, doña Sofía, una hermosa pescadera, llamada "La brava". (FILMAFFINITY)
22 de marzo de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
45/02(02/03/15) Pasable comedia romántica italiana, tercera parte de la trilogía formada por “Pan, amor y fantasía” (1953), “Pan, amor y celos” (1954), ambas dirigidas por Luigi Comencini, esta que me ocupa es la única en la serie dirigida por Dino Risi, asimismo única protagonizada por Sophia Loren en lugar de Gina Lollobrigida, se mantiene en las tres a Vittorio de Sica, también se diferencian de las anteriores en el uso del color y del cambio de escenario. Es una comedia italiana en toda su pomposa expresión, con todos su tipismos, personajes planos, superficiales, con diálogos tópicos, creando situaciones que no te mueven más allá´ de una mueca de sonrisa. Solo destacable por la carismática presencia de su pareja protagonista, Vittorio de Sica y la esplendorosa Sophia Loren, los dos derrochando empatía y encanto.

El escenario principal es una isla situada en la bahía de Nápoles, Sorrento, tras años fuera llega a esta su localidad natal el mariscal Antonio Carotenuto (Vittorio de Sica), se hará cargo de la policía local, es un arrogante y pomposo tipo, el mariscal tiene una casa que está alquilada a la viuda pescadera local Sofia (Sophia Loren), es una atractiva mujer que no paga la renta, utiliza sus encantos para seducir a Antonio para no la eche de la vivienda, además lo manipula para que ayude a entrar en la policía a su novio Nicolino (Antonio Cifariello), haciéndole creer es un familiar. En la historia cobran importancia otros personajes como el sacerdote Don Matteo (Mario Carotenuto), hermano de Antonio, y Violante Ruotolo (Lea Padovani) la solterona dueña de la casa en la que tiene que instalarse Antonio, una religiosa y modosa mujer, en realidad una reprimida, y Caramella (Tina Pica), la metomentodo sirvienta en casa de Violante.

El guión de Ettore Maria Margadonna, el mismo que las dos anteriores, ofrece un cuadro de costumbrismo del estereotipo cliché de la Italia del Sur, jaleosa, extrovertida, y muy religiosa, nos mueve entre situaciones forzadas, artificiosas, tocando de forma liviana las falsas apariencias que se esconden tras los fanáticos religiosos, y la doble moral imperante en la mitad del SXX en Italia, dejando sensación de no aspirar a mucho más que a ser un pasatiempo para el lucimiento de su pareja protagonista y de dar brillo a una postal transalpina gracias a la bella fotografía de Giusseppe Rotunno (“El Gatopardo”, “Amarcord” o “Casanova de Fellini”) que llena de colorido mediterráneo cada fotograma retratando el hermoso pueblo de Sorrento, de casas blancas, con flores por doquier, con su coqueto puerto, sus alambicadas callejuelas, sus preciosos acantilados. Un film buenista, sin capacidad alguna de profundidad, con un ritmo fluido, aunque estancándose en algún tramo, que olvidaras antes de acabar. Solo puede destacar la escena del baile en que Sophia Loren con un sugerente vestido rojo de volantes (con el añadido del crespón de viuda) y de Sica con su pomposo uniforme componen un divertidísimo mambo en una fiesta local, donde ella busca dar celos a su novio Nicolino, se contonea de modo enfebrecido, haciendo caer sutilmente los exiguos tirantes de su muy escotado vestido.

Sophia Loren derrocha alegría de vivir, encanto, picardía, capacidad de maestra de marionetas, moviendo a su antojo a Antonio, con contoneos sensuales, con escotes pronunciados, con sonrisa que te desarma. Vittorio de Sica encarna con suficiencia al henchido mariscal, se cree el gran gallo en el gallinero, cuando en realidad es un muñeco, desborda finura, sofisticación, altanería, muy adecuado a su rol. El resto de secundarios quedan desdibujados en roles planos.

En conjunto queda una pasable comedia recomendable a los incondicionales del binomio protagónico que da luz y esplendor al film como gran reclamo. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow